Cuando la empresa de calzado Common Projects, con sede en Nueva York, lanzó su zapatilla blanca minimalista, Achilles, en 2004, poco podíamos haber predicho que la marca pronto generaría más de $10 millones en ventas anuales y que inspiraría innumerables imitaciones.
Con la marca de números dorados impresos en el área del talón de la parte superior del zapato, la zapatilla de tenis parecía renacer, aunque quizás nadie los haya hecho tan perfectos como CP, como los llama cariñosamente la clientela.
Pero casi dos décadas después, el mercado de las zapatillas de deporte de lujo parece estar perdiendo fuerza. A principios de año, los datos de la firma de análisis Retviews mostraron una desaceleración en los envíos de zapatillas en los minoristas de lujo. El análisis de los recién llegados durante un período de tres meses mostró una disminución significativa en la proporción de zapatillas en el surtido en un 33 por ciento entre 2021 y 2022.
Los zapatos elegantes vuelven a estar en demanda.
A pesar de que el calzado es una categoría importante para las marcas de lujo (Euromonitor International estima que el sector del calzado de lujo generará $40 mil millones para 2027, un 29 por ciento más que en 2022), otros están impulsando actualmente la demanda.
Los datos de Retviews muestran que las principales marcas de lujo por defecto se centran más en el calzado de hombre, que en conjunto representan el 48 % de su gama. Esto se debe en parte a que marcas como Gucci y Prada adoptan la moda urbana y ofrecen una gama más amplia de zapatillas. A pesar de la continua prominencia de las zapatillas de deporte en la categoría de calzado de lujo, los datos de Retviews también muestran que está disminuyendo lentamente en las colecciones para dar paso a modelos como mocasines y tacones.
Si bien los zapatos cómodos y las zapatillas de deporte han tenido demanda durante la pandemia, el calzado formal está recuperando el atractivo. En la moda femenina, los zapatos de tacón han superado a la categoría de zapatillas deportivas, con sandalias y tacones de aguja que representan el 34 por ciento de la gama de mujeres. Las sandalias de tacón son un ganador particular en esta categoría, ya que su participación en la gama ha aumentado en un 25 por ciento, como lo señala Retviews.
Una cuestión de precios
Retviews analizó el precio de las zapatillas de deporte frente a los mocasines de hombre, y el precio inicial de Prada para un calzado más formal era un 22 por ciento más alto que sus zapatillas de tenis. De manera similar, el precio promedio de las zapatillas Ferragamo es un 23 por ciento más bajo que el de los mocasines. Y los zapatos de salón de cuero cepillado de Prada subieron un 23 por ciento en precio en 2022.
La zapatilla Triple S de Balenciaga se vendió al por menor por menos de 1000 dólares en 2018 y ayudó a la marca a superar los 1000 millones de euros en ventas. Hoy se vende al por menor por $ 1250 como parte de una colaboración con Adidas, pero la marca también ha ampliado su gama de zapatos de vestir.
Un informe de Grand View Research ha revelado que el mercado mundial de zapatos de vestir disminuirá a una CAGR del 4,5 por ciento entre 2020 y 2027. Sin embargo, esto no se aplica a todos los tipos de zapatos de vestir, ya que los zapatos más versátiles e informales, como los mocasines y los oxford, vuelven a estar en demanda.
A medida que los gustos y preferencias de las personas continúan evolucionando, las marcas que amplían sus ofertas de zapatos de vestir aún podrían experimentar un gran crecimiento en 2023.
Este artículo fue publicado en FashionUnited.com. Traducción y edición: Barbara Russ