Se esperan más protestas en Alemania por la reunión de deportaciones de extrema derecha


Manténgase informado con actualizaciones gratuitas

Se esperan más manifestaciones en Alemania después de que al menos 300.000 personas se reunieran en todo el país el sábado para protestar contra el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania.

La semana pasada se desató una protesta pública cuando se supo que varios políticos del AfD se habían reunido con una destacada figura etnonacionalista para discutir la posibilidad de deportaciones masivas de personas de origen extranjero.

Las revelaciones, que han sido comparadas con las políticas promulgadas por el régimen nazi, han sacudido el establishment político de Alemania, donde el consenso político había sostenido durante mucho tiempo que las ideologías de extrema derecha nunca volverían a ser lo suficientemente populares como para tener éxito en las urnas.

Pero el apoyo a AfD ha ido en aumento, y las encuestas nacionales sugieren que casi uno de cada cuatro alemanes votaría por el partido, lo que lo sitúa por delante de los tres partidos de la coalición de gobierno del canciller Olaf Scholz.

El AfD, que es euroescéptico y firmemente contrario a la inmigración, se ha posicionado como el partido de la gente decepcionada con el establishment político alemán, pidiendo la protección de la “cultura cristiana occidental” y los valores familiares tradicionales. Su creciente popularidad ha coincidido con un período de malestar económico para el país, alimentado por la pérdida del gas ruso barato y la caída de la demanda mundial de automóviles, máquinas y productos químicos producidos por su gran industria.

El partido se ha quejado de que está siendo objeto de una campaña de desprestigio por parte de organizaciones de izquierda y de los medios de comunicación, especialmente tras los informes de que varios de sus políticos habían asistido en noviembre a una reunión con el radical de extrema derecha austríaco Martin Sellner.

Está previsto que se lleven a cabo protestas en Berlín, Munich y Colonia el domingo, y en pueblos y ciudades más pequeños después de que cientos de miles de personas salieron a las calles el sábado.

En Frankfurt, donde la policía dijo que aproximadamente 35.000 personas se habían reunido el sábado, algunos manifestantes portaban carteles que hacían comparaciones entre el debate político actual en Alemania y los años previos a que los nazis ganaran las elecciones en 1933.

La agencia de inteligencia interna de Alemania, la BfV, ya designó a tres de las ramas regionales de AfD como extremistas y advirtió que el partido había sido infiltrado por figuras de extrema derecha que querían derrocar las instituciones democráticas del país.

La dirección de AfD ha tratado de distanciarse del último escándalo. La líder del partido, Alice Weidel, ha dicho que AfD no apoya los planes de deportar por la fuerza a personas basándose en su origen étnico y desde entonces ha despedido a un asesor cercano, Roland Hartwig, que asistió a la reunión con Sellner.

El veterano corporativo alemán Joe Kaeser, que forma parte de los consejos de supervisión de Siemens Energy y Daimler Truck, pidió este fin de semana a los líderes empresariales que se opongan públicamente a la AfD, diciendo a Reuters que «estoy realmente preocupado por nuestra democracia».

«Después de 1933, hubo un momento en el que la elite económica y social todavía podría haber tomado una posición contra el rumbo del régimen nazi», dijo el ex director ejecutivo de Siemens. «No debemos repetir este error», añadió.



ttn-es-56