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Julian Assange llegó a un acuerdo con los fiscales estadounidenses que pondría fin a la larga saga legal del fundador de WikiLeaks sobre los documentos filtrados y, en última instancia, le permitiría salir libre después de años de encarcelamiento y confinamiento.
Según documentos judiciales del lunes, Assange acordó con el Departamento de Justicia de EE.UU. declararse culpable de un cargo de conspiración para obtener y difundir información clasificada vinculada a la defensa nacional de EE.UU., en relación con lo que los fiscales han descrito como uno de los mayores compromisos de material clasificado en la historia del país.
Está previsto que presente su declaración de culpabilidad el miércoles por la mañana en un tribunal federal de Saipan, que forma parte de las Islas Marianas del Norte, una comunidad estadounidense al norte de Guam. La sentencia se dictará inmediatamente después de la presentación de la declaración de culpabilidad. Assange ya cumplió 62 meses en una cárcel del Reino Unido y los fiscales no buscan prisión adicional.
Se eligió el tribunal de Saipan porque Assange se negó a llevar a cabo procedimientos en los Estados Unidos continentales. También está geográficamente cerca de su país de origen, Australia, a donde se espera que viaje después de que concluya el proceso, según una carta de los fiscales al tribunal.
El acuerdo tiene como objetivo resolver lo que ha sido un notable enfrentamiento entre el Departamento de Justicia y Assange, quien se ha convertido en uno de los defensores más controvertidos del mundo de la transparencia gubernamental y cuyos problemas legales se han extendido a varios países.
Un abogado que representa a Assange no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Assange fundó WikiLeaks en 2006 como una plataforma para compartir materiales filtrados que arrojaban lo que él creía que era una luz necesaria sobre organizaciones secretas y poderosas, incluidos gobiernos y corporaciones.
En 2010, el sitio publicó un conjunto de documentos militares y secretos filtrados por Chelsea Manning, la ex analista de inteligencia del ejército estadounidense que, mientras servía en Irak, copió cientos de miles de registros de incidentes militares y alrededor de 250.000 cables diplomáticos.
WikiLeaks recibió elogios internacionales por lo que había revelado sobre las operaciones estadounidenses en lugares como Afganistán e Irak. Pero los críticos, incluido el gobierno de Estados Unidos, dijeron que violaba la ley y ponía en riesgo la vida y la seguridad de las personas.
En 2010, Suecia emitió una orden de arresto contra Assange vinculada a una investigación de violación, y abandonó ese país rumbo al Reino Unido. En 2012, tras un fallo del tribunal más alto del Reino Unido que permitía su extradición a Suecia, Ecuador concedió asilo a Assange después de que ingresó a su embajada en Londres. En 2019, cuando Ecuador revocó el estatus de asilo de Assange, la policía de Londres lo sacó a rastras de la embajada para arrestarlo a petición del Departamento de Justicia.
Los fiscales estadounidenses intentaron extraditar a Assange para enfrentar una acusación revelada en 2019 que lo acusaba de conspiración para cometer intrusión informática al aceptar descifrar una contraseña de una computadora clasificada del gobierno estadounidense. Posteriormente fue acusado de cargos adicionales de espionaje, incluida la obtención y divulgación de información de defensa nacional.
Assange ha sido encarcelado en la prisión de Belmarsh, una instalación de alta seguridad en el sureste de Londres. Ha estado luchando contra los esfuerzos para traerlo a Estados Unidos para enfrentar los cargos, argumentando que enfrenta cadena perpetua si es declarado culpable, y en mayo, el Tribunal Superior de Londres le dio permiso para apelar contra una orden que permitía su extradición.
Manning fue acusado y condenado por espionaje en relación con los materiales de WikiLeaks. Barack Obama conmutó su sentencia de 35 años de prisión poco antes de dejar la Casa Blanca en 2017.