El huracán Otis, que azotó el miércoles la costa de México cerca del famoso balneario de Acapulco, ha dejado al menos 48 víctimas. Hasta donde sabemos, seis personas siguen desaparecidas. Así lo informaron las agencias de noticias internacionales el lunes. La mayoría de la gente murió ahogada después de que Otis inundara las calles. El recuento del número de víctimas de la tormenta Otis fue lento, porque los residentes no tuvieron acceso a la electricidad ni a la conexión telefónica durante mucho tiempo.
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Otis pasó de tormenta tropical a huracán máximo (cinco en la escala Saffir-Simpson) en sólo seis horas. El huracán tocó tierra frente a la costa del Pacífico de México con vientos de unos 270 kilómetros por hora. Debido a que el huracán se fortaleció tan rápidamente, los residentes no tuvieron tiempo de proteger los edificios ni de abastecerse de alimentos y agua. Según el gobierno, al menos 273.000 viviendas y 600 hoteles han resultado dañados en una zona que depende en gran medida del turismo para obtener ingresos. La agencia de investigación Enki Research calcula que los daños podrían ascender a 15.000 millones de dólares (14.200 millones de euros).
Según la agencia de noticias AFP, el presidente Andrés Manuel Lépez Obrador visitó el domingo la zona del desastre y habló con los trabajadores humanitarios. El mexicano Ministerio de Relaciones Exteriores Ha dicho que había 263 extranjeros en la zona costera cuando azotó el huracán. Se dice que ya todos han salido vivos de Acapulco.