El sábado por la tarde se desplomó parte del falso techo del salón de té Ons Huis en De Laat, en Dadizele. Eso sucedió cuando casi 100 músicos disfrutaron de una copa allí durante su celebración anual de Cecilia. “Uno de ellos lo vio venir y persiguió a todos los que estaban afuera”, cuenta el gerente Kristof Dejonghe (50). “Es un pequeño milagro que no haya heridos aquí”.
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