“Se crea una intimidad anónima entre desconocidos que han vivido la misma experiencia, una armonía emocional que puede ser de gran apoyo”, explica la antropóloga


D.dificultades económicas y una sensación de inseguridad. Pero también infertilidad y esperando el famoso “momento adecuado” que nunca llega. Las razones del invierno demográfico que vive nuestro país son muchas y complejas. El tema es serio, como lo demuestran los datos divulgados durante el foro “El Nacimiento es el Futuro”.

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Es un récord: 1,24 hijos por mujer

Por primera vez en la historia, menos de 400.000 bebés nacieron en Italia en 2021. Nuestro país está por debajo del número de hijos por mujer que garantizaría el equilibrio entre generaciones, es decir 2. Hoy estamos en 1,24 (en 1965 estábamos en 2,67). Mientras tanto, la población está disminuyendo y envejeciendo visiblemente: en 2030 seremos 1,6 millones de habitantes menos.

Hoy los treintañeros son un tercio menos que los cincuentones. Y a su vez, los menores de 30 años son un tercio menos que los de la treintena. Y es un problema de la sociedad, dicen. Porque, si en 2050 tenemos muchas más personas que han dejado de trabajar que las que todavía están empleadas, el sistema social ya no será sostenible.

Infertilidad y culpa

Pure, para una pareja que lucha con su deseo de paternidad, el drama es terriblemente individual. En efecto, el hecho de que tener un hijo sea hoy concebible a una edad cada vez más avanzada, pesa como un sentimiento de culpa en aquellos que tienen la sensación de haber “perdido el tren” para siempre.

¿Por qué contar tu historia de infertilidad?

«Por eso es fundamental contar y compartir tu historia de infertilidad con otras mujeres que han pasado por la misma experiencia. Para esto nació Parolefertili.ituna plataforma de compartir historiasen el que compartir tu viaje en busca de un niño“, “, dice Cristina Cenci, antropóloga y fundadora de Parole Fertili. Nacido en 2016, el sitio es también un comunidad narrativa en Facebooky se convirtió un libro, publicado por Mondadori Electa.

Ocultar el deseo de tener un hijo en redes sociales, amigas y afectivas nos ayuda a no presentarnos como “estériles”, enfermos, inferiores, culpables». La carga de miedos, necesidades de información y discusión, emociones y ambivalencias: todo pesa sobre la pareja. “Al contrario”, continúa Cenci, “entre extraños que han tenido la misma experiencia, en cambio, se crea una armonía emocional, una intimidad anónima. De ellos pueden salir palabras realmente fértiles. Y con ellos puede nacer una comunidad narrativa que te permite elaborar lo que pasa, paso a paso”.

Infertilidad y esperar el “momento adecuado”

Porque en un proceso de MAP y fecundación asistida se afrontan momentos muy diferentes: del deseo indecible a la esperanza entusiasta de que “funcione”, de la angustia de la espera a la frustración del fracaso. Al dolor de la pérdida.

En Parole Fertili, por ejemplo, puedes leer la historia de Stefy. “Nunca he sido una mujer como hoy. Con esta sangre que corre traicionera entre mis piernas y me recuerda que he fallado. También esta vez. Tengo 36 años desde hace dos meses y Soy una de esas mujeres que esperó “el momento adecuado”uno de los que querían la certeza de una casa de dos habitaciones, una hipoteca, una historia de amor que pudiera convertirse en historia de vida, un trabajo para dedicar más horas de las necesarias, casi buscando una legitimación de una parada de nueve meses por autorización “.

Una historia, como explica Cenci, que contiene elementos comunes a muchos. “Ante todo, esperando el momento adecuado. Y ese es el tiempo social considerado legítimo para un niño”.

Por un lado espera: de crear las condiciones económicas y emocionales para garantizar al niño un hogar estable y un futuro. Trivialmente: si una chica de 19 años nos dijera que está embarazada, viviríamos la noticia como una adversidad inesperada. En el otro el discurso público sobre la natalidad pesa sobre los hombros de las aspirantes a madres como una falta: ¿llegas a esta edad y quieres un hijo? Pero, ¿qué esperas?

“¡A su edad! ¿Por qué se ha decidido recién ahora?”.

Elena escribe: “Recurrí a especialistas para ver si había posibilidades reales. Me han dado la vuelta como un calcetín… Pruebas caras, a veces dolorosas, a menudo humillantes… no es agradable que te digan: Eh señora, a tu edad… ¿Por qué te has decidido ahora?

También en Parole Fertili también está la historia de Manuela: “Estaba acostumbrado a vivir con la sensación de insuficiencia, ese sentimiento sutil,
constante y un poco cabrón, que siempre te hace sentir que no estás a la altura de la situación, que no eres “algo suficiente”. Pero esta vez fue diferente. Diferente porque crecimos con la idea de que tener un hijo es lo más natural y sencillo del mundo. No se trata de poder o no, sino de hacerlo o no hacerlo. Lo quiera o no lo quiera. No estábamos preparados para enfrentar una tercera vía: no
triunfar.

Los niños, la gloria suprema de la vida adulta. Y la obsesión

«Si antaño —explica Cenci— los niños marcaban la entrada, especialmente para una mujer, en la vida adulta, hoy son la coronación. ¿Y si no llegan? Es culpa de quien no sabe hacerlas. Pero esto es una construcción social. Una construcción que también mantiene al sujeto individual, que es cada mujer, en un aprieto de mensajes contradictorios», explica la antropóloga.

La obsesión por encontrar un hijo es un vértigo que afecta la vida de muchas parejas. “De las mujeres, sobre todo, que, durante el viaje, están totalmente absorbidas por el viaje”. También en estos casos, leer las historias de otras es un apoyo: “No te libera de la obsesión pero abre destellos: otras mujeres han aceptado que no pueden tener hijos y han encontrado formas diferentes de recomponer sus vidas”.

La metáfora de las palabras fecundas es el don: de la propia historia de vida, de las propias emociones, de cómo uno puede sentirse siempre y en todo caso fértil. Compartir historias es, por tanto, “una de las formas en que se pueden cuidar las historias: ofreciendo palabras para expresar el miedo y la desesperación, ofreciendo significados, inspiración, coraje, fuerza”,

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