El Parlamento Europeo y los Estados miembros han agudizado en los últimos días sus respectivos argumentos sobre la AI Act, el reglamento relativo a la inteligencia artificial. El diálogo tripartito del miércoles…
El Parlamento Europeo y los Estados miembros han agudizado en los últimos días sus respectivos argumentos sobre la AI Act, el reglamento relativo a la inteligencia artificial. El diálogo tripartito del miércoles 6 de diciembre, espacio de negociación entre las dos instituciones más la Comisión Europea, podría ser el de un acuerdo político largamente esperado para el resultado del texto.
La búsqueda de un compromiso
Las negociaciones sobre la Ley de IA llegaron a un punto crítico por iniciativa de París. Francia, junto con Alemania e Italia, ha pedido en las últimas semanas, cada vez más abiertamente, la autorregulación de los “modelos de fundaciones”. Detrás de esta fórmula, con una definición todavía relativamente vaga, se esconde principalmente la IA generativa. Las tres grandes potencias del Viejo Continente quieren más flexibilidad en este sector, con el objetivo de dar a start-ups como la francesa Mistral AI o la alemana Aleph Alpha la oportunidad de competir con los campeones europeos.
El Comité de Representantes Permanentes (Coreper), es decir, el Consejo de la Unión Europea y los eurodiputados, definieron el pasado viernes sus posiciones negociadoras. Madrid, que ostenta la presidencia rotatoria del Consejo y por tanto lo representa en el diálogo tripartito, presentó la semana pasada una serie de propuestas a sus socios.
Según información de Contexto, se mantuvo el principal relativo a los modelos de cimentación. Este sería un enfoque nivelado, entre la IA sistémica y el modelo básico. El número de usuarios podría ser uno o incluso el criterio de clasificación. El compromiso menciona otros temas pendientes como la cuestión de la gobernanza, el código abierto, las sanciones financieras o el plazo de entrada en vigor, donde se han dado pasos hacia el Parlamento.
Este último quiere imponer un control más estricto sobre los modelos de fundaciones, argumentando en particular que incluso los más pequeños podrían ser muy poderosos. Allí la autorregulación no se percibe bien, algo que comparten representantes de la Comisión Europea como Thierry Breton.
El futuro de la Ley de IA en juego
Públicamente, algunos eurodiputados han lanzado una ofensiva especialmente en el ámbito del reconocimiento facial, otro obstáculo en estas negociaciones. El 30 de noviembre se envió una carta abierta al presidente francés Emmanuel Macron, así como a la primera ministra Élisabeth Borne y al ministro del Interior, Gérald Darmanin.
Al mencionar el uso potencialmente ilegal de esta tecnología por parte de la policía francesa, revelado por Divulgadolos funcionarios electos llaman a Francia “ apoyar al Parlamento Europeo en su petición de una prohibición estricta y completa del uso de tecnologías de vigilancia biométrica en espacios públicos accesibles «.
Las dificultades se están acumulando, pero los negociadores del diálogo tripartito se muestran relativamente optimistas sobre un posible acuerdo político, según afirman Contexto. El tiempo se acaba, España tendrá que ceder su lugar a Bélgica en la presidencia del Consejo a finales de año. Sobre todo, si el diálogo tripartito se prolongara, las elecciones europeas de 2024 correrían el riesgo de poner en peligro la propia Ley de IA.