“Toallas, guirnaldas, todo ha sido quitado, ya hemos terminado”, dice el peluquero Ron Wessels de Volendam. Y él no está solo en eso. “Esta mañana he tenido un poco de resaca, pero no por el alcohol”, dice una señora que recoge serpentinas en la terraza. Y el pescadero también pincha todos los globos rojo-blanco-azul. “Se acabó, ha sido agradable, seguiremos adelante”.
Orgullo
Las banderas no han desaparecido por todas partes en Volendam. Especialmente aquellos con el texto Hup Joey todavía colgado en las ventanas. Jan Tuijp espera su turno en la peluquería. “Estamos decepcionados de que Joey Veerman se haya perdido (la final, ed.)”. Pero Tuijp también sigue orgulloso de sus compañeros del pueblo y los demás clientes también creen que ayer jugó bien.
La pregunta sigue siendo cuándo volverán las banderas. El pescadero no volverá a colgarlos hasta el Mundial de 2026 y Tuijp verá principalmente Het Andere Oranje (FC Volendam). La señora de la terraza piensa un momento y luego ríe a carcajadas: “El día de Reyes volverán a estar allí”.