Schiphol prueba un generador de hidrógeno para eliminar sustancias tóxicas en la plataforma

Ahora también existen GPU eléctricas: enormes powerbanks que contienen cuatro potentes baterías. Pero también en este caso los empleados de Schiphol tuvieron problemas: las e-GPU tardan varias horas en cargarse y en aviones más grandes a menudo proporcionan muy poca energía, por lo que se tuvo que utilizar la variante diésel.

La GPU propulsada por hidrógeno se está probando ahora en el KLM Cityhopper, un avión algo más pequeño, y más adelante también se conectará a aviones más grandes. Schiphol espera que este dispositivo también pueda suministrar suficiente energía a estos dispositivos más grandes.

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Además de la reducción de las emisiones de sustancias nocivas en el aeropuerto, la gran ventaja de esta GPU alimentada por hidrógeno es que los empleados pueden llenarla in situ en unos minutos. Esta GPU contiene dos tanques de hidrógeno. Estos cargan la batería que suministra energía a la aeronave.

Aunque no se liberan sustancias tóxicas al utilizar hidrógeno, también existen ciertos riesgos asociados a este combustible. Por un lado, el riesgo de incendio o explosión es menor, porque el hidrógeno sube y desaparece rápidamente en caso de fuga, en lugar de acumularse en el suelo como el diésel. Por otro lado, el hidrógeno es más inflamable y se incendia más rápidamente.



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