El defensa de Atalanta e Italia le dijo a Cronache di Spogliatoio: “Los últimos dos años han puesto mi vida patas arriba. Me encanta el baloncesto, el billar y se lo debo todo a Gasp”.
La estrella en ascenso del fútbol italiano regatea los cumplidos. “Los dos últimos años han puesto mi vida patas arriba, pero no me siento predestinado, además porque el único es Charles Leclerc”. Giorgio Scalvini, de 19 años, de regreso de una temporada como protagonista con la camiseta del Atalanta, está listo para dirigir a la selección sub-21 de Italia en la categoría europea: “Desde que dejé el tenis para dedicarme al fútbol, Nunca he sentido un peso sobre mis hombros. He estado en las sombras. E incluso ahora que veo mi nombre en todas partes, me aíslo en mi burbuja”.
crecimiento
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El defensor de la Dea, apreciado por los grandes nombres del fútbol europeo, le dijo a Cronache di Spogliatoio con una conciencia que delata su corta edad: “Si estoy aquí hoy y todos hablan de mí, es gracias a las ideas del entrenador Gian Piero Gasperini, a quien estimuló mucho -confesó el nacido en 2003 de Brescia-. Fue muy tenaz en hacerme lo que creía que podía ser. Y así aprendí a manejar la mentalidad”. Pero entre los entrenadores conquistados por las cualidades de Scalvini también está el técnico Roberto Mancini. “La selección es un gran grupo de amigos. Después del partido contra Alemania, estaba sentado en el vestuario con Gnonto. Acababa de debutar, se había convertido en el goleador más joven en la historia de Italia. Mientras nuestro equipo- Llegaron los compañeros, estábamos en trance por lo que pasó”.
anécdotas
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Durante la entrevista Scalvini abrió su cajón de recuerdos, sacando un cúmulo de anécdotas: “En el canterano del Atalanta desafié al cantante Blanco, que entonces era defensa del Feralpisalò. El debut en la Serie A ante el Udinese fue el “único partido de mi carrera que mi padre no vio en el estadio. Una vez le pedí una camiseta a Yoshida de la Sampdoria porque había hecho la fortuna de mi hermano en el fútbol fantasy. Me perdí la primera convocatoria de la selección absoluta por el Covid , la segunda vez para la final del campeonato de Primavera, mientras que la tercera vez, la buena, el director de la selección de Italia me llamó mientras estaba en la escuela para un examen”.
no solo futbol
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Pero no solo hay fútbol en la vida de Scalvini: “Con Zortea, Ruggeri y Okoli aprendimos a jugar al billar. Mi pasión es el baloncesto y muchas veces juego triples en el campo. Con el mismo patrocinador que LaMelo Ball, mandé enviar sus zapatillas a a mí.” Y luego la música: “Tengo la intro de la segunda parte del disco ‘Clone’ de Tedua grabada en una de mis espinilleras: la escucho antes de cada partido para recordarme que nunca miro lo que hacen los demás”.
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