Tras obtener el 43% de los votos en la primera vuelta hace dos semanas, el candidato de centroizquierda Sara Funaro venció al del centroderecha, el ex director de los Uffizi Eike Schmidt. Se convierte así en la primera alcaldesa de Florencia. Un éxito que también se concretó gracias al apoyo, en la segunda vuelta, del candidato del M5, Lorenzo Masi, y de la candidata del IV, Stefania Saccardi, mientras que Schmidt pudo contar con el apoyo de los “reconstituidos” florentinos y toscanos. CORRIENTE CONTINUA.
Sobrino del alcalde de DC de la inundación del Bargellini
Exponente del ala reformista del Partido Demócrata, Funaro toma el relevo Dario Nardella , que obtuvo casi 100.000 preferencias en las elecciones europeas, más que la secretaria del Partido Demócrata Elly Schlein en Toscana. De madre católica y padre judío (el mismo al que abrazó), es nieta del alcalde de la inundación, el demócrata cristiano Piero Bargellini. Nacido en 1976, Funaro ingresó a la política en 2009 en la lista cívica de Mateo Renzi (no fue elegida en aquella ocasión), en 2014 fue concejal de Bienestar y Sanidad, Vivienda, Igualdad de Oportunidades, Acogida e Integración en el ayuntamiento de Nardella. En 2019, con el nil bis de Nardella, fue elegida concejal y reconfirmada en el concejo con las delegaciones de Bienestar y Sanidad, Inmigración y Educación. En diciembre decidió presentarse como candidata a alcaldesa: en esa ocasión la asamblea del PD tomó la decisión de no recurrir a primarias internas del partido.
Profesión de psicoterapeuta
Funaro se licenció en Psicología en Florencia y se especializó en Psicoterapia con un curso de cuatro años en Psicología Clínica. Ha trabajado como psicoterapeuta clínica, formadora de personal y supervisora de realidades trabajando con personas provenientes de situaciones traumáticas, especialmente migratorias.
La experiencia con los niños de la calle en Brasil
El alcalde de Florencia tiene a sus espaldas una importante experiencia social. Comenzó a trabajar como voluntaria siendo adolescente con niñas y niños con discapacidad, y continuó trabajando como operadora con menores, en salud mental y en adicciones. Luego se mudó a Brasil, a Salvador Bahía, donde trabajó con niños de la calle y en comunidades psiquiátricas.