El SMI ha enviado una carta al Ministro Schillaci haciéndole esta petición. «Médicos de familia, continuidad de la atención y médicos territoriales de emergencia, explica Onotri, faltan en toda Italia y, al mismo tiempo, están cada vez más agobiados por cargas burocráticas indebidas, con una disponibilidad de tiempo cada vez menor para la actividad clínica». La vuelta a la receta en papel como era antes de la emergencia de la Covid, concluye Onotri, «supondría un salto atrás, provocando largas esperas en las consultas médicas. La solución temporal que esperamos es la de una prórroga de al menos un año de la medida”.
La secretaria general de Cittadinanzattiva Anna Lisa Mandorino también habla de una oportunidad desperdiciada para una posible no extensión del uso de recetas electrónicas. «La sanidad digital, en general -explica Mandorino- y en su pequeña medida también la prescripción desmaterializada es de enorme beneficio sobre todo en contextos, como los espacios internos, donde la distancia al consultorio, o las difíciles condiciones que a veces existen para llegar a él , obligaría, por ejemplo, a personas mayores a pedir ayuda a un familiar».
¿Qué es la receta desmaterializada?
La receta desmaterializada es la versión electrónica de la receta tradicional en papel rojo y se ha implementado en Italia en los últimos años, pero hasta 2020 todavía iba acompañada de una nota en papel para recoger en el consultorio médico.
La Orden de Presidencia del Consejo de Ministros publicada en el Boletín Oficial de 21 de marzo de 2020 ha establecido la posibilidad de utilizar herramientas alternativas a la nota en papel y prevé que, cuando la receta electrónica sea generada por el médico, el paciente puede solicitar la liberación del memorando desmaterializado o del número de receta electrónica.
La receta electrónica prevé la informatización completa de todo el ciclo de vida de la tradicional receta médica en papel del SSN, la denominada receta roja. Prevé la eliminación total del soporte en papel (desmaterialización), de forma compatible con los métodos alternativos para salvaguardar la entrega de medicamentos o servicios incluso en ausencia de una conexión electrónica.