La construcción de un posible nuevo estadio en Milán se ha convertido en el juego de la oca. Después de años de debates en el Palazzo Marino sobre la creación de nuevas estructuras, hipótesis alternativas en San Siro, compras de terrenos fuera de Milán, hoy estamos en el punto de partida: un estudio de viabilidad, que se realizará en tres meses, para la renovación del estadio Meazzaque parte de la ciudad siempre ha defendido y sobre el cual la Superintendencia de Patrimonio Arquitectónico también tiene una restricción (relativa al segundo anillo, a partir de 2025).
La verificación de un plan de viabilidad relativo a la renovación del estadio de San Siro fue el centro de una reunión en el Palazzo Marino entre el alcalde de Milán Giuseppe Salael director general del Inter Alessandro Antonello y el presidente de Milán Paolo Scaroni.
El Ayuntamiento de Milán lo comunica, explicando que se ha compartido un camino a seguir. la empresa constructora Construimos colaborará pro bono en la redacción de un estudio que deberá ser entregado en tres meses. Los equipos, por su parte, elaborarán directrices para una posible renovación que permita disponer de un estadio más moderno y eficiente.
Los representantes del Club reiteraron la necesidad de proteger la posible pérdida de disponibilidad de aforo del estadio durante las obras. Por tanto, las intervenciones deben ser compatibles con el calendario de partidos, eventos deportivos y espectáculos, para evitar daños económicos, pero sobre todo “para mantener una experiencia atractiva, segura y cómoda para los espectadores”. El proyecto considerará desarrollos urbanos en el área de San Siro, en particular para su reurbanización. Sin embargo, el director general del AC Milan, Paolo Scaroni, destacó que “la prioridad sigue siendo el proyecto San Donato Milanés».
La propiedad
Una cuestión vinculante, en las formas por definir, es que el estadio deberá convertirse propiedad del equipo. Un dato significativo, teniendo en cuenta que hoy el estadio es propiedad del Ayuntamiento y los equipos pagan un alquiler anual de entre 8 y 10 millones de euros al año, conseguido en parte gracias al mantenimiento. Ahora la cosa debería cambiar, aunque evidentemente una obra de reurbanización de este tipo debería tener en cuenta las indicaciones y límites urbanísticos impuestos por el Ayuntamiento.