Sampo Kaulanen tuvo miedo en un mal día: «Löysä es la muerte en general»


Sampo Kaulanen se ha asustado dos veces en los últimos días. ATTE KAJOVA

Sampo Kaulase ha estado preocupado por su familia, porque primero su hija Baba se cayó de un caballo y luego su esposa Minttu sufrió un ataque.

Sampo Kaulanen, de 45 años, dijo en Facebook que había pasado mucho miedo un par de veces en los últimos días. Llamado el Baba de los cuellos. RihannaSu hija se cayó del caballo y al día siguiente su esposa Minttu cayó al suelo debido a fuertes dolores de estómago. Kaulanen estaba realmente asustado.

– Sí, todo esto te hace pensar en la fragilidad de la vida, escribe Kaulanen en su actualización.

La hija que montaba se cayó del caballo. Kaulanen cree que es posible que la hija haya ido demasiado rápido para sus habilidades. También piensa que el salvajismo lo ha heredado de él. La hija sufrió una conmoción cerebral.

– Me dolía la cabeza y ahora me duele un poco el cuello, le describe a Iltalehte el estado actual de su hija.

Sampo Kaulanen describe que siempre le han puesto un poco nerviosos los caballos, porque son animales muy grandes y el jinete se cae desde una altura. Afortunadamente, la hija tenía casco. En su actualización, Kaulanen también dijo que Mintu se despertó muchas veces durante la noche después de la caída para comprobar el estado de su hija.

Una ambulancia para Mintu

Ayer, la pareja de Kaulanen estaba alimentando a los caballos en el establo cuando de repente la esposa de Minttu cayó al suelo. Una ambulancia acudió al lugar, pero no se pudo determinar con certeza el motivo del ataque de dolor.

– Minttu está muy bien ahora, me siento un poco de lado, informa Sampo Kaulanen por teléfono.

Sampo Kaulanen estaba preocupado por su esposa Minttu. Minna Jalovaara

Los acontecimientos de poco tiempo hacen reflexionar a Sampo Kaulanen.

– En Löysä existe esa muerte en general, nunca se sabe, dice.

Sampo Kaulanen cuenta lo difícil que es conseguir que la esposa de Minttu reciba tratamiento.

– Ayer también pidió disculpas a los conductores de ambulancia por haber llegado a ese punto. Ahora tengo que vigilarlo para que, si está enfermo, lo arrastre sin mucho entusiasmo a exámenes de seguimiento, dice Kaulanen.

Su esposa es demasiado heroica para él. Supone que Mintu –y las mujeres en general– tienen un umbral de dolor más alto.

– Si tengo un poco de gripe, puedes pedirme una lanza ahora mismo, bromea Kaulanen.



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