El español de Ferrari listo para firmar con la escudería francesa con vistas a 2026
El interminable culebrón sobre el futuro de Carlos Sainz quizá haya llegado realmente a su último episodio. En los últimos cinco meses el español, abandonado por Ferrari para dejar sitio a Lewis Hamilton en 2025, ha estado manteniendo negociaciones con Red Bull. Mercedes, Sauber-Audi y Williams. Se quedó esperando un movimiento de Max Verstappen que no se produjo, el despido de Sergio Pérez que fue confirmado y la elección de Toto Wolff que finalmente recayó en el joven Andrea Kimi Antonelli. Entre Sauber y Williams, las opciones supervivientes, parecía inclinado por elegir al histórico equipo inglés. Pero entonces llegó Flavio Briatore, en el papel de nuevo superconsultor de Alpine, para estropear todas las cartas sobre la mesa entablando negociaciones con un proyecto que convencería a Carlos de pasar a la escudería francesa para las próximas temporadas.
todo sobre piedra
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Se trata de un auténtico golpe de efecto, fruto de la capacidad del técnico piamontés, que siempre ha tenido un don especial con los pilotos, si se piensa en cuando llevó a Michael Schumacher a Benetton o a Fernando Alonso a Renault. Era poco probable que Sainz, en vísperas de años decisivos de su carrera, se hubiera casado con un equipo en pésima salud como el actual Alpine. Evidentemente, Briatore le presentó un plan de relanzamiento creíble, haciéndolo sentir central como se merece un piloto que ya ha ganado carreras en F.1. Esta vía, ya respaldada por el presidente Luca De Meo, debería incluir la centralización de recursos en la sede inglesa de Enstone, donde se estudian el chasis y la aerodinámica de los coches, con el abandono del propulsor Renault para pasar a motores Mercedes a partir de 2026, cuando la normativa técnica cambiará y habrá más motores híbridos electrificados. La colaboración con la marca alemana, que dominó de 2014 a 2020, es una garantía. En cambio, en la fábrica francesa de Viri-Chatillon seguirán ocupándose únicamente de los motores para el programa Endurance de Alpine en la categoría Hypercar, con vistas a las 24 Horas de Le Mans. La llegada de Briatore ha contribuido a dar un impulso en este sentido, tras la gestión esencialmente infructuosa de los últimos años.
bonita pareja
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En la negociación con Sainz el aspecto económico no fue fundamental. Si Carlos hubiera pensado sólo en dinero habría aceptado la oferta de Sauber, que había puesto sobre la mesa un contrato de tres años por una suma superior a la que percibe ahora el español en Ferrari (unos 12 millones de euros por temporada), en vista de la entrada de Audi en la F.1 a partir de 2026. Mientras estuvo en Williams siempre pudo contar con unidades de potencia Mercedes con la posibilidad de liberarse más fácilmente si surgiera una oportunidad tentadora en Red Bull dentro de dos años. El factor Briatore marcó la diferencia, con las correspondientes garantías técnicas. No en vano, también se produjo la renovación de Pierre Gasly con un contrato plurianual. Él y Sainz formarán una dupla sólida y rápida. En cuanto a Alpine, ahora parecen darse las condiciones para que permanezca en la F.1 con una perspectiva a largo plazo, disipando los rumores sobre la venta del equipo que existían hasta hace unas semanas.
Bottas regresa
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El escenario Sainz-Alpine provoca reacciones en cadena en el mercado. Valtteri Bottas podría llegar a Williams, que ya tiene confirmado a Alexander Albon, gracias al apoyo de Wolff, que lo colocó allí en 2013 cuando el finlandés debutó en la F.1. El destino de Esteban Ocon, que dejó la propia Alpine, debería ser Haas, que acaba de anunciar la contratación de Oliver Bearman, de diecinueve años, procedente de la Academia Ferrari. Finalmente, Sauber, que ha fichado al experto Nico Hulkenberg, está luchando por encontrar un “piloto de primer nivel” que incorporar a Audi.
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