Sólo un par de zapatillas es lo que les queda a los padres de Sanda Dia del día de su muerte. Su suéter, pantalones y camiseta fueron destruidos accidentalmente por la fiscalía. Un golpe emocional para la familia. Porque la última ropa de un ser querido fallecido es un gran consuelo. Especialmente cuando su muerte fue dramática, dicen los familiares de Eleanore y Kris. «Si hubiera sabido que la vería con ese vestido por última vez, nunca la habría dejado ir».
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