En septiembre, el presidente ruso anunció una movilización parcial. Según el Ministerio de Defensa ruso, 300.000 reservistas fueron llamados a luchar en el frente de Ucrania.
Unos días después de la llamada, una ola de hombres se presentó en las clínicas de fertilidad para congelar su esperma. El Kremlin ahora se está asegurando de que una visita a un banco de esperma de este tipo sea gratuita para los rusos movilizados, “en caso de que les suceda algo en Ucrania para asegurar su oportunidad de paternidad”. Las familias también pueden recurrir al material masculino si es necesario, léase: si el padre ha caído en la batalla.