Casi 36 horas sin dormir, 24 horas en coche, 10 kilómetros a pie y tener que pagar un total de 2.266 euros por los últimos 800 metros para cruzar un puesto fronterizo. El belga-ruso Timur Khadashev (36) testifica cómo estuvo atrapado en la frontera ruso-georgiana durante días después de huir de la movilización de Putin. “Un clochard, un animal salvaje, así me siento”, dijo el gerente que trabajaba para la marca de lujo italiana Moncler en Moscú.
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