Tanto el primer ministro indio, Narendra Modi, como el presidente chino, Xi Jinping, expresaron su preocupación por la guerra, sin condenar directamente a Rusia. La delegación estadounidense presente en la cumbre quería hacer una declaración conjunta sobre Rusia, pero el país anfitrión, Indonesia, trató de mantener las conversaciones lo más alejadas posible de la guerra. El razonamiento fue que el G20 es una cumbre económica, no una reunión de seguridad.
La cumbre en la isla indonesia de Bali es la primera vez que los líderes del G20 se reúnen desde la invasión rusa de Ucrania en febrero. La guerra y las preocupaciones sobre la inflación mundial y la seguridad alimentaria y energética ensombrecieron la reunión.
Xi Jinping advirtió en su discurso contra el «armamentismo» de alimentos y energía, y agregó que está en contra de la guerra nuclear bajo cualquier circunstancia. Con esto se refiere a las reiteradas amenazas de Rusia de utilizar armas nucleares tácticas en Ucrania. “Debemos oponernos enérgicamente a la politización y el uso de armas de los problemas alimentarios y energéticos”, dijo Xi.
Modi dijo que era necesario reconocer que la ONU había fallado como institución multilateral, ejerciendo una mayor presión sobre el G20 para encontrar soluciones. Dijo que es hora de un alto el fuego y de que la diplomacia pase a primer plano.