Según ISW, los canales de propaganda del Kremlin han comenzado a difundir activamente la hipótesis de que el ejército ucraniano quiere invadir la región de Belgorod. Se encuentra justo al norte de la región ucraniana de Kharkiv, que fue liberada por los ucranianos en septiembre. Desde entonces, el ejército ucraniano también vuelve a controlar la frontera entre los dos países.
Para evitar un ataque ucraniano a Belgorod, el ejército ruso debería recuperar Kharkiv, dicen los propagandistas. Anteriormente han expresado fuertes críticas a la retirada de la región.
Actualmente no está claro cómo sería un posible ataque de bandera falsa. El gobernador de Belgorod, Vyacheslav Gladkov, afirmó ayer que tres civiles murieron en dos aldeas en “explosiones” que, según dijo, fueron el resultado de los bombardeos ucranianos. La región y la ciudad del mismo nombre, a unos 30 kilómetros de la frontera, han sido efectivamente bombardeadas con artillería en los últimos meses. La ciudad actúa como un centro logístico para el ejército ruso y sus operaciones en el Donbas. Los pueblos donde se reportaron explosiones el martes están dentro de un radio de 5 kilómetros de la frontera con Ucrania.
Sin embargo, el bombardeo de artillería es algo completamente diferente a entrar en la región con tropas y tanques. Ucrania no tiene ningún interés en esto y no tiene la oportunidad de hacerlo, dice ISW. Las fuerzas ucranianas ya han estado muy ocupadas tratando de liberar las áreas ocupadas en el oeste de Luhansk después de su victoria en Kharkiv. Invadir Belgorod sería una operación de alto riesgo militar con más inconvenientes estratégicos que beneficios, y escalaría la guerra por completo.
Sin embargo, para evitar un posible ataque terrestre, el grupo paramilitar mercenario Wagner ha estado levantando líneas de defensa en la región durante semanas, lo que debería reforzar aún más la imagen de una Ucrania amenazante. Ayer, el gobernador Gladkov publicó nuevas imágenes de una zanja antitanque y pirámides de hormigón que se supone que también detienen a los tanques.
Mientras tanto, la línea de defensa cambió su nombre de Línea Wagner a Línea ‘Zasechnaya’, según el propio jefe de Wagner, Yevgeny Prigozhin, porque “a mucha gente en Rusia no le gustan las actividades del grupo paramilitar Wagner”. Estas líneas de defensa también se están construyendo en Lugansk, pero es muy dudoso que sean de alguna utilidad en la realidad.
“Las afirmaciones rusas de un ataque ucraniano inminente en Belgorod son absurdas y solo sirven para aumentar el apoyo popular a la guerra”, dijo ISW. Según el diario opositor ruso Meduza, una encuesta interna del Kremlin ha mostrado que la aversión a la “operación militar especial” es particularmente fuerte en las zonas fronterizas, con protestas en al menos 15 regiones. La movilización y los fracasos del ejército ruso han jugado un papel importante en esto.
Las especulaciones sobre un ataque ucraniano también deberían satisfacer a los influyentes blogueros militares rusos sobre la guerra. En las últimas semanas han criticado cada vez más al Kremlin y al Ministerio de Defensa ruso, en parte por la retirada de Kherson y otros fracasos en la materia.
