Las dos semifinales masculinas se jugarán una tras otra, seguidas del título femenino tanto en individuales como en dobles. El tiempo lo permite…
Si el tiempo lo permite, el sábado por la tarde se conocerán los nombres de los finalistas del cuadro masculino del Internazionali d’Italia. Arranca a las 13 con Ruud-Rune, el derbi del norte; a seguir, en el campo a Medvedev y Tsitsipas, en lo que nunca es un reto baladí. Las previsiones son inciertas, como de hecho ha sucedido todos los días desde el comienzo del torneo: si todo va sobre ruedas, a las 19 h Kalinina y Rybakina saltarán al campo para la final femenina antes de la final de dobles entre Gauff-Pegula y Hunter-Mertens.
EL DERBY DEL NORTE
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Tarde para los hombres y noche para las mujeres, por tanto. Las semifinales entre los hombres son ambas para ver. Rune y Ruud se reencuentran tras el choque del año pasado en Roland Garros y reinician desde un marcador totalmente a favor de Casper, que ha ganado cuatro de cada cuatro al terrible danés: el noruego podrá frenar la furia de los “nuevos” Holger, ¿más hambriento que nunca tras la victoria ante Djokovic? Ruud podría llegar a la segunda final de 2023 -tras la de Estoril- y la primera de su carrera en la cota 1000 sobre tierra batida, mientras que Rune quiere recuperar lo que dejó en Montecarlo con la derrota ante Andrey Rublev cerca del título.
LOS DOS ENEMIGOS
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Hablando de tensión: la relación entre Tsitsipas y Medvedev es, de hecho, inexistente. Hicieron excavaciones y ni siquiera se saludaron, como sucedió en Roma en el nuevo puente que conduce a la estación central. Se enfrentan por primera vez en 2023, el balance es de siete victorias para Daniil y cuatro para Stefanos, quien sin embargo ha tenido la mejor de tres de los últimos cuatro partidos, incluido el más reciente, en las finales de Turín. La rivalidad, por tanto, se mantiene en Italia: Tsitsipas es un especialista en tierra batida y Medvedev va ganando confianza en una superficie que le resultaba incómoda hasta hace poco. El ruso está en su segunda semifinal de 1000 tierra batida (la primera fue en 2019 en Montecarlo ante Lajovic, en el torneo que entonces ganó Fognini), el griego se perdió las dos finales disputadas este año: Roma podría ser la oportunidad adecuada para desbloquearse. Quedan dos partidos, el tercero otorgará el título femenino y el cuarto el título de dobles femenino. El sábado puede ser un día de ajuste de cuentas: el central luce bien. Si el cielo lo permite.
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