El ícono del club, René Grummel, experimentó a Stroeve en sus inicios en el FC Emmen. El exjugador todavía recuerda su entrada en la primera selección del entonces entrenador Azing Griever. “Roy era parte de una nueva generación, que incluía a Marc Hegeman, Berend Oosting, Gerard Kocks y Berry Hoogeveen. Siempre he tenido debilidad por esos chicos. En parte porque venían de su propia academia juvenil, pero también porque siempre dieron el 100 por ciento. por ciento acelerado.”
Grummel y Stroeve jugaron juntos 38 partidos vestidos de rojo y blanco. Grummel era uno de los jugadores que llegaron a finales de los años noventa, mientras que la carrera del ‘recién llegado’ Stroeve aún tenía que tomar forma. No se escondió en absoluto. “Lo recuerdo, en el campo de entrenamiento”, profundiza Grummel en su memoria. “Entrenamos tres veces al día y al comienzo del día íbamos a correr por el bosque. Los nuevos chicos, como Stroeve, despegaron inmediatamente como un cohete”.
El guardia mayor a veces les hablaba a modo de amonestación, pero esto resultó caer en oídos sordos. El ansia de pruebas de Stroeve y sus contemporáneos era imparable. “Me pareció bonito”, subraya Grummel. “Y también podrían jugar un buen fútbol”.