Rosalynn Carter, entre 1977 y 1981 la primera mujer de Estados Unidos, falleció el domingo a la edad de 96 años. Así lo anunció The Carter Center, la ONG que trabaja para promover la paz y la salud en todo el mundo. Rosalynn, que fue esposa del ahora ex presidente Jimmy Carter, de 99 años, durante 77 años, fue diagnosticada con demencia en mayo de este año. Su salud se ha deteriorado rápidamente en los últimos meses.
Rosalynn y Jimmy se casaron en 1946, unos años después de conocerse. Juntos tuvieron cuatro hijos, que nacieron en tres estados americanos diferentes debido a las obligaciones militares de Jimmy. Cuando Jimmy se convirtió en senador por el estado de Georgia en 1962, Rosalynn también se volvió políticamente activa.
En Georgia, Rosalynn se centró principalmente en mejorar la atención de salud mental. El comité del gobernador aprobó varios de sus proyectos de ley en esa área. Durante ese período, también trabajó como voluntaria en un hospital de Atlanta.
Sin primera dama ceremonial
Rosalynn ganó fama nacional e internacional cuando su marido, un demócrata, asumió la presidencia de Estados Unidos en 1977. Tenía poco interés en un papel ceremonial: Rosalynn resultó ser una activista. primera mujer quien asistió a reuniones de gabinete y brindó asesoramiento sobre cuestiones de políticas de atención médica. Por ejemplo, instó al Parlamento americano a introducir legislación para ayudar a las personas con problemas psicológicos graves. Jimmy a veces se refería a Rosalynn como su “copresidenta”.
Después de la presidencia de Jimmy, que duró hasta 1981, Rosalynn continuó trabajando para los menos afortunados, en casa y en el extranjero. Un proyecto importante para ella fue el Instituto Rosalynn Carter en Georgia. Ese instituto, que se expandió a varios estados de EE. UU., se centra en personas con enfermedades crónicas o discapacidades. Gracias a todo su trabajo caritativo, Rosalynn fue incluida en el Salón Nacional de la Fama de la Mujer en 2001.
Jimmy describió repetidamente a su esposa durante su presidencia como su “mejor amiga” y la “persona más influyente” de su vida. El Correo de Washington describe a Rosalynn el domingo como una mujer con una “actitud amable y sureña que disfrazaba un carácter ambicioso y decidido”.