Romano Prodi: "No quería vender Alfa Romeo a Fiat"

El actual ministro de Empresa y Made in Italy, Adolfo Urso, ha señalado al ex primer ministro como una de las causas del declive de la industria automovilística italiana: su responsabilidad sería la de haber vendido, en el momento en que era jefe de ‘Iri, el Biscione a Fiat, en lugar de aceptar la oferta de Ford

Marco Bruckner

Un choque que se produjo en la actualidad, pero con raíces lejanas, que se remontan incluso a un siglo atrás. El tira y afloja entre Adolfo Urso, Ministro de Empresa y Made in Italy, y Romano Prodi, ex Primer Ministro, sobre la venta de Alfa Romeo a Fiat en 1986 reabre una herida que nunca ha cicatrizado del todo en la historia de la industria automovilística italiana. La casa Biscione, que pertenecía al Estado desde 1921, fue propiedad del IRI desde su creación en 1933. El Instituto de Reconstrucción Industrial era un organismo público creado en la época fascista con el objetivo de salvar varios bancos, y el empresas expuestas a ellos, desde la quiebra, antes de convertirse en un punto de referencia estatal para la política industrial, al menos hasta las grandes privatizaciones de los años 1990.

la venta de alfa romeo

Alfa Romeo era propiedad del IRI y en los años 80, cuando Romano Prodi era presidente del organismo, sufrió enormes pérdidas y deudas del orden de cientos de miles de millones de liras, lo que llevó a la decisión de venderla. En 1986, la empresa milanesa se vio disputada entre la italiana Fiat y el gigante americano Ford: había que elegir entre seguir haciendo crecer la mayor empresa industrial del Bel Paese o dar la bienvenida a un nuevo competidor, con un nombre y unas cuentas tan altisonantes como las de la Óvalo azul. Al final fue Fiat quien se impuso quien adquirió todas las acciones de Biscione, según muchos también debido a fuertes influencias políticas. Una negociación que, por tanto, acabó con la expansión del grupo italiano, limitando la competencia interna, hecho que muchos consideran ahora que ha penalizado a la industria automovilística italiana.

El ataque de Urso

Sin duda, el Ministro Adolfo Urso piensa así, como ha declarado estos últimos días: «Espero poder dar buenas noticias sobre el sector automovilístico italiano también la próxima semana. Estamos trabajando para recuperar la inacción y los errores de los gobiernos anteriores que no no intervino significativamente – lo comentó en una reunión pública – El gran error en la política automovilística fue cuando el entonces presidente del IRI decidió vender Alfa Romeo a Fiat y no aceptar la inversión de Ford – comentó así el ministro – Precisamente por esta razón hoy en Italia tenemos un solo fabricante de automóviles mientras que otros países, como Francia, Alemania, Polonia, tienen tres, cuatro o cinco. Ahí radica el gran error de la política italiana y tiene nombre y apellido: Romano Prodi«. Un ataque nada velado, que llevó al ex primer ministro a responder.

La respuesta de Prodi

Romano Prodi, ex primer ministro y presidente del IRI en el momento de la venta de Alfa Romeo, respondió: «Estoy asombrado por la lapidaria certeza con la que ayer el Ministro Adolfo Urso, en la conferencia de jóvenes empresarios, decidió atribuirme el responsabilidad por el hecho de que en Italia solo tengamos un fabricante de automóviles debido a que Ford no pudo adquirir Alfa Romeo. Por lo tanto, me veo obligado a refrescar la memoria del Ministro sobre ese tramo de la historia industrial de nuestro país – escribe Prodi en una nota – Mi objetivo nunca ha sido vender Alfa Romeo a Fiat: nunca he sido un monopolista. En cambio, me puse en contacto con todos los posibles compradores y sólo Ford mostró interés. Las negociaciones, llevadas magistralmente por los técnicos de Finmeccanica, dieron lugar a que Ford me solicitara conversaciones conmigo. Cuando su plan estuvo listo, advertí a Alex Trotman, presidente de Ford Europa, que una vez que se hiciera público, todos en Italia, bajo la presión de Fiat, reaccionarían, desde los sindicatos hasta los alcaldes y los empresarios. Y así fue. Ford, a pesar de ello, había decidido que no ofrecería ni un solo dólar más. Fiat dio un paso adelante poniendo más dinero sobre la mesa y ofreciendo comprar todas las acciones, a diferencia de Ford que, como había prometido, no aumentó la oferta. En ese momento a Finmeccanica no le quedó otra alternativa que vender al mejor postor, conforme a las obligaciones legales».





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