Ambos portugueses pero muy diferentes: José egocéntrico, Tiago más cerebral. Pueden resultar invaluables si avanzan juntos
hay muchas cosas que los dividen, empezando por la brecha generacional. Josè Mourinho, de 60 años, es un baby boomer escupido y partido, de los que han tirado el cortador de galletas. Una generación de visionarios, egoístas y hambrientos. El mundo es una inmensa oportunidad y se lanzan confiados a conquistarlo. La duda no los toca.