“Con el ambicioso objetivo de cero vertederos en Roma, hemos decidido construir una planta de conversión de residuos en energía controlada públicamente con las mejores habilidades industriales”. El anuncio lo hace el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, durante la asamblea capitolina extraordinaria sobre la gestión del ciclo de residuos y el plan industrial de Ama. «Debemos dotarnos de los sistemas necesarios para la parte residual de los residuos sin clasificar incluso una vez que se haya mejorado la recogida diferenciada de residuos. El modelo que pretendemos seguir es el de las plantas de valorización energética de residuos y la superación de los vertederos».
Impacto ambiental sustancialmente nulo
Una planta de valorización energética “bajo control público con las mejores tecnologías y sinergias con las empresas”, añadió el alcalde de Roma, explicando la decisión de dotarnos “de una planta de valorización energética de 600 mil toneladas al año que permite cerrar el Tmb de Rocca Cencia y reducir en un 90% la necesidad actual de vertedero. Un tipo de planta que tendrá un impacto ambiental sustancialmente nulo».
La falta de implantes conduce a una emergencia crónica
«El actual ciclo de residuos vive una situación de emergencia crónica. La fragilidad de los puntos de venta, fruto de la ausencia casi total de un suministro orgánico de plantas, nos impide tener un control del servicio y dar ese salto de calidad que los romanos piden y merecen. Una situación que se hizo aún más “aguda” a lo largo de los años por la ausencia de una capacidad de planificación”. Para Gualtieri se trata de «un sistema intrínsecamente frágil que ha alejado a la ciudad de los estándares de una economía circular. El actual modelo de desarrollo del ciclo se basa en una necesidad inconmensurable de Tmb y vertederos».
Reingeniería del ciclo y recogida de residuos
Actualmente Roma “envía al vertedero 450 mil toneladas de residuos al año -añadió Gualtieri- o el 30% de lo producido. Muy por encima de la media nacional. Esto depende del bajo nivel de diferenciado pero también del tipo de sistemas utilizados». Precisamente el alcalde ha explicado que las necesidades de eliminación de residuos de Roma “hoy ascienden a 1.200 toneladas diarias” y “incluso cuando hayamos llegado al 65 por ciento sobre la base del modelo industrial actual, nuestras necesidades serían de mil toneladas diarias, equivalentes a 350 mil al año, incluso un vertedero de alto impacto duraría menos de dos años y medio y dos años y medio se convertirían en tres pero el mecanismo no cambiaría”. Sobre la gestión del ciclo de residuos “el legado más difícil y complejo que nos hemos encontrado gestionando” se refiere al “insuficiente equipamiento de planta y precarios puntos de venta”. Y por ello “el primer acto que se puso en práctica fue la limpieza extraordinaria de la ciudad y, como anunciamos, el plan pasaría a ser permanente y habría sido el punto de partida para una reingeniería del ciclo y la recogida de residuos”.