Roma, bienal (abajo) para Smalling: tómalo o déjalo. entre al acecho

El defensa con pocas internacionalizaciones aún podrá acogerse a la cláusula de renovación unilateral por una temporada. Los giallorossi también están dispuestos a ficharlo hasta 2025 pero sin participar en remates, dado que a muchos les gusta el inglés

Después de todo, el pasado siempre puede enseñarnos algo. Si el caso Mkhitaryan, la pasada temporada, había tenido un final melancólico con la despedida del armenio y el posterior lamento público de José Mourinho, respecto a Chris Smalling, la Roma ha decidido seguir otro camino: la claridad extrema incluso antes de que el partido cobre vida.

historia

La historia es conocida. El contrato del defensa inglés de 33 años expira en junio, pero en el contrato actual tiene una cláusula que le permite, llegando a la mitad de los partidos de su temporada, desencadenar unilateralmente una renovación por una temporada más. En definitiva, una forma de opción muy similar a la que tenía Mkhitaryan. A la luz de las extraordinarias actuaciones de Smalling, que gana alrededor de 3,5 millones netos más bonos, el club amarillo y rojo estaría feliz de extender su contrato hasta 2024 con el mismo salario, también porque Chris ya ha alcanzado la veintena de apariciones y, por lo tanto, podría llegar a la objetivo ya en invierno. Por el contrario, los directivos han hecho más, porque han presentado una propuesta de contrato por dos años, hasta 2025, aunque con un salario reducido respecto al actual. Todo ello, si el jugador quisiera, haciéndolo de forma inmediata, es decir, sin esperar siquiera a la entrada en vigor de la cláusula. Moraleja: todo parecería deslizarse hacia un nuevo matrimonio, pero naturalmente las actuaciones del defensa lo han vuelto a poner en el punto de mira tanto en la Premier League (donde cuenta con importantes admiradores que lo hubieran querido incluso en el Mundial), como en la propia Serie A.

monetizar

De hecho, ya se había hablado de un interés del Inter, al que se ofreció el agente del jugador. Por supuesto, este será probablemente el último contrato importante de su carrera para el inglés y le gustaría rentabilizarlo lo mejor posible, pero la Roma ya le ha informado que la alineación no cambiará. Moraleja: el club no tiene intención de participar en ningún tipo de subasta. Las dos propuestas son las formuladas y esas quedarán. Por tanto, a más tardar un par de meses después de que Smalling haya alcanzado la cuota de asistencia que le permitiría desencadenar la renovación, si el defensa no recibe el consentimiento para la renovación, la Roma se sentirá libre de seguir otros caminos, porque las negociaciones al alza él no lo hará, además porque desde Trigoria subrayan cómo el club siempre ha estado especialmente cerca del defensa incluso en las varias semanas en las que ha estado lesionado en los últimos años. En definitiva, lo del club giallorossi no es un ultimátum, sino un aviso a los navegantes del mercado y al propio jugador. Roma quiere seguir con Smalling, pero se necesitan dos para celebrar la boda. Y sin ser demasiado venal.



ttn-es-14