Roma, aquí está la fiesta. Peregrinos: "Empecemos de nuevo hacia otras victorias"

Gran ilusión en un pleno olímpico por la presentación del equipo giallorossi, antes del partido amistoso con el Shakhtar

Una presentación sobria, sencilla, pero muy emocionante. Porque cuando hay un estadio tan repleto como el Olimpico (65 mil espectadores), una afición completamente enamorada como la de la Roma y un equipo, el Shakhtar Donetsk, que por una noche trata de no pensar en los horrores de una loca guerra, se es imposible no emocionarse. Y eso es lo que les ha pasado a todos los que han estado esta tarde en el estadio olímpico: último amistoso de pretemporada del equipo de Josè Mourinho pero, primero, presentación de todo el grupo. Pocas palabras, mucha música e imágenes, las frases que quedan son las del capitán, Lorenzo Pellegrini: “Volvamos a empezar hacia otras victorias”. Los romanistas creen en eso, realmente lo creen, sobre todo cuando Paulo Dybala se materializa en la cancha: el más querido, el más esperado, el más aplaudido.

El himno ucraniano

La velada se abre a las 19:10: a la espera de la Roma y todo lo demás, entra el Shakhtar al campo. Y de inmediato es una ovación de pie de todo el estadio y el himno ucraniano interpretado por la Roma: los jugadores, movidos en el centro del campo, están con las manos en el corazón, algunos tienen los ojos brillantes, otros simplemente aplauden. La Roma les dará todo el dinero del partido y, sobre todo, no les dejará solos. Con la esperanza, dice el locutor Matteo Vespasiani, de encontrar oponentes en un campo de fútbol.

La fiesta de Roma

A las 19.49 horas comienza la presentación de la Roma. Los jugadores entran con canciones elegidas por ellos, empieza con el tercer portero, Boer, y acaba, tras el cuerpo técnico, con Mourinho y Pellegrini juntos. Kumbulla elige el Maneskin, Mancini Seven Nation Army (y el coro «popopopo» despega), Zaniolo -querido y muy aplaudido- la canción que acompañó a la afición desde la noche en Tirana (Never Going Home), Abraham va a Sfera ebbasta con Himno de Italiano mientras Darboe, recién salido de una lesión de cruzado, entra en muletas entre los aplausos de todos. ¿El menos aplaudido? Shomurodov. Pronto dejará la Roma pero, a diferencia de otras ocasiones, no le llega ni un pitido: muestra de madurez y elegancia de la afición. Tras los nuevos fichajes: Svilar, Celik, Matic, Wijnaldum -ovación interminable- y Paulo Dybala, el auténtico rey de esta noche giallorossi.

El capitán y Mourinho

Para cerrar, Mourinho y Pellegrini. Mou no habla, Lorenzo sí. Ya no es tiempo de juegos pirotécnicos ni de abanderados, sino de lo que todo romanista quiere oír: “Gracias a todos por estar aquí hoy, volvemos a empezar con la misma ilusión del año pasado hacia otras victorias. Un gran aplauso y Forza Roma”. Empieza el calentamiento, volvemos a pensar en el fútbol. Pero las emociones permanecen.



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