El sábado, unos ladrones irrumpieron en la espaciosa villa del Red Devil Kevin De Bruyne en Bolderberg, cerca de Heusden-Zolder. Su esposa Michèle descubrió el robo. Supuestamente se robaron principalmente joyas. Los vecinos, que sólo ven muy de vez en cuando a la familia De Bruyne, reaccionan sorprendidos. “Hay cámaras por toda su casa: esto no es obra de una banda ambulante de ladrones”.
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