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La mayor empresa de defensa de Alemania, Rheinmetall, ha firmado un acuerdo de 1900 millones de euros para suministrar hasta 3058 vehículos de asalto a Alemania y los Países Bajos, el último pedido importante diseñado para impulsar las capacidades militares europeas tras la invasión rusa de Ucrania.
El contratista con sede en Düsseldorf dijo el lunes que los primeros modelos de prueba del Caracal, un vehículo que es lo suficientemente liviano como para ser transportado por aire y usa el chasis de un Mercedes-Benz Clase G con tracción en las cuatro ruedas, estaban planeados para principios de 2024.
Rheinmetall presentó por primera vez el vehículo el año pasado, llamándolo su “respuesta a los próximos requisitos para vehículos aerotransportados en Alemania y varios ejércitos en todo el mundo”.
El dinero de la parte alemana proviene del fondo militar especial del país de 100.000 millones de euros establecido por el canciller alemán Olaf Scholz el año pasado, poco después de que Vladimir Putin lanzara su ejército contra Kiev.
Rheinmetall ha sido uno de los principales beneficiarios de lo que Scholz ha llamado “Zeitenwende” —o punto de inflexión— en el que se ha embarcado la economía más grande de Europa desde la guerra en Ucrania. Berlín utilizará el fondo de 100.000 millones de euros para renovar la Bundeswehr, después de décadas de políticas pacifistas y una inversión militar insuficiente intencional a raíz del papel del país en la Segunda Guerra Mundial.
Hace dos semanas, la compañía anunció un pedido de 367 camiones militares de la Bundeswehr por valor de 285 millones de euros y en mayo recibió una cifra de “dos dígitos bajos en millones de euros” del gobierno alemán para suministrar a Ucrania otros 20 vehículos de combate de infantería Marder.
El precio de las acciones de la compañía, que subió más del 2 por ciento el lunes, aumentó casi un tercio en el último año.
En una señal de una mayor colaboración militar entre los aliados de la OTAN, la compañía anunció la semana pasada que construiría una nueva planta en Alemania para comenzar a fabricar partes del cuerpo principal del avión de combate F-35A Lightning II de Lockheed Martin. Rheinmetall lo llamó un “proyecto faro en la cooperación armamentista germano-estadounidense”.
Varios de los contratistas de defensa más grandes de Europa, incluido Rheinmetall, han pedido una mayor colaboración dentro de la industria, así como en el lado de las adquisiciones para abastecer mejor a Ucrania y evitar cuellos de botella en la producción.
Rheinmetall dijo el lunes que la orden de Caracal se llevó a cabo en el contexto de una “situación de seguridad tensa”. [with] capacidades que se necesitan con urgencia” para Alemania y sus aliados. Tenía la intención de vender el Caracal a “numerosos usuarios internacionales en el futuro”.
La compañía agregó que “debido a la estrecha cooperación militar entre las fuerzas armadas alemanas y holandesas y una situación comparable en ambos países”, el proyecto había sido un proceso de adquisición bilateral desde el principio.