Durante años, las muñecas sexuales fabricadas en el extranjero estuvieron fuera del alcance de los surcoreanos. Pero eso está cambiando ahora que las costumbres del país del este asiático ya no consideran a las muñecas dañinas para la moral pública.
La relajación ilustra cómo la población coreana está ganando gradualmente más libertad en el campo sexual. Ver porno, por ejemplo, solo es posible de forma muy limitada. Pero ahora hay más espacio para la compra de muñecas sexuales debido a varias decisiones judiciales y la aprobación del gobierno.
Las muñecas sexuales en sí mismas no estaban prohibidas, pero quienes querían obtenerlas del extranjero se enfrentaban a estrictas normas de importación. La ley de Corea del Sur dicta que los productos importados “no deben dañar las buenas tradiciones y la moral pública del país”. Por esa razón, «cientos o incluso miles» de muñecas sexuales extranjeras han sido incautadas por la aduana en los últimos años, según la agencia de noticias AP.
Los comerciantes de artículos sexuales aplauden la decisión. Por ejemplo, Lee Sang-jin de la tienda web coreana Carenshare Co. el paso “sabio, pero generosamente tardío”. Él cree que prohibir las muñecas sexuales extranjeras, que dice que suelen ser de mayor calidad, equivale a «una restricción del derecho de nuestros clientes a buscar la felicidad».
Uso privado
La flexibilización estuvo precedida por tres años de debate y litigio. Los propietarios de las tiendas de sexo en línea argumentaron ante el tribunal que una muñeca es para «uso privado» y, por lo tanto, no debería estar sujeta a las mismas regulaciones que las películas pornográficas. El juez estuvo de acuerdo, también en apelación.
Pero un cuarto de millón de coreanos se opone firmemente a esa declaración; firmaron una petición para detener la relajación. Dicen que abre la puerta al abuso. Si solo los coreanos pudieran pedir muñecas sexuales en todas partes, sería más fácil pedir una muñeca que se parezca a un hombre o una mujer reales como dos gotas de agua.
De hecho, se conocen ejemplos de esto. Por ejemplo, la modelo israelí Yael Cohen Aris dice que una empresa china ha fabricado una muñeca sexual a su imagen sin su permiso, con marca de nacimiento y todo, que estaría a la venta en todo el mundo.
No se sabe si la aduana coreana intenta estar alerta ante esto. Sin embargo, las muñecas sexuales que representan a niños siguen estando estrictamente prohibidas, como en muchos otros países.