Dios pop. Icono de estilo. Devorador de corazones. Mesías del amor. Harry Styles (28) se coronó en casa en Amberes en todos los frentes. Mimó y masajeó a 20.000 almas de Sportpaleis con un tratamiento preferencial de éxitos mundiales, sacudidas de trasero sexys y una sonrisa que le llegaba hasta las sienes. Grotesco en sus movimientos, grandioso en su interpretación. El Sports Palace fue la casa de Harry durante una hora y media.
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