“Una tía dura, diligente y dedicada”. Así describen sus colegas la abogada Claudia Van Der Stichelen (58), asesinada a sangre fría en su despacho de Sint-Lievens-Houtem. La abogada de divorcios era conocida por su apasionada defensa y había ejercido la profesión durante más de 30 años. “Que un loco le dispare delante de su escritorio… ¿Adónde va este mundo?”, se pregunta su amiga y colega Ann Van de Steen (60). “Este es un día oscuro para la profesión jurídica”.
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