RETRATO. Jonathan M., el donante en serie holandés que también tiene niños caminando por Flandes y trabajó en ‘un concepto completamente nuevo’

¿Qué inspira a alguien que trae más de 550 niños al mundo? “¿Vivir? Ese es el mejor regalo que puedes recibir”, argumenta Jonathan M. (41), un tipo extraño que delira con comer carne cruda, dormir en el suelo y bitcoins, pero que principalmente parece buscar atención en vano. Bajo pena de una sanción de 100.000 euros, el holandés ya no podrá distribuir su esperma. Las mujeres con un hijo de él quedan desesperadas. “Está loco. No puedo pensar demasiado en ello o me convertiré en uno”.



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