Una declaración de amor al hip-hop que llega al presente a través de los años 80.
“Veamos cuántas historias caben en un ritmo de muestra como este”, rapea Shogoon, y así establece la dirección de su álbum debut, tanto musicalmente como en términos de contenido. Son sobre todo historias de pérdida las que la autodictación musical cuenta en un tono sentimental. Primero y ante todo el de su padre, quien desapareció temprano de su vida. Pero también se habla del suicidio de un amigo y del sentimiento de alienación al visitar la vieja patria.
Por lo demás, MÄRCHEN es ante todo una poderosa declaración de amor al hip hop. La canción “Last Row” trata sobre el comienzo de este amor, de Shogoon cuando era un adolescente sentado en la parte de atrás del salón de clases, con la capucha sobre la cabeza, escuchando a sus grandes ídolos a través de auriculares. Sobre cómo soñaba con la gran América en la pequeña Minden: “Mira ‘8 Mile’ y ‘Hustle & Flow’ como si fueran documentales de arte”.
La pasión de Shogoon por el hip-hop no lo ha dejado ir hasta el día de hoy. Puedes escuchar su fascinación por la cultura de los sprayers y skaters, los estafadores de pantalones de chándal y los hoodchillers en cada una de las once canciones del álbum que él mismo produjo: partes de boom-bap, referencias al hip-hop y muchas muestras nostálgicas (rap) crean una vibra que promueve continuidad al rap de la costa oeste de la década de 1980 y aún encuentra su camino hacia el presente. Cualquiera que no sienta esta vibra nunca puede haber amado el hip-hop.