El cuarteto estadounidense vuelve a servirse la eterna sopa de rock.
Desde hace muchos años, Robert Plant de Led Zeppelin ha tenido que sufrir el hecho de que innumerables bandas y cantantes jóvenes están, digamos, siguiendo su estilo. Cuando se le preguntó si le gustaba la banda Greta Van Fleet, recientemente respondió que el «hermoso y pequeño cantante» de la banda, Joshua Kiszka, le recordaba a alguien «a quien conoce muy bien». De hecho, la banda de Frankenmuth, Michigan, toma prestado del cajón de dulces de los años 70, pero afirma haber sido más influenciado por Aerosmith que por «Stairway To Heaven». Esto podría ser. Muchas cosas en la vida son solo coincidencias.
Ahora la banda, que es un proyecto familiar de los tres hermanos Kniszka y un amigo, publica su tercer disco. El título STARCATCHER lo dice todo, las piezas son «pegadizas», los cuatro miembros de la banda tienen calidad de estrella, tanto visualmente como en términos de interpretación. Todo el asunto es aburrido de todos modos. Un poco de retro, un poco de falsete, todo entregado correctamente, pero sin ninguna ambición innovadora.
Tratando de desatar un infierno de rock, los músicos quedan atrapados en clichés y poses. Uno se pregunta: ¿Por qué? Siempre es bueno inspirarse en los veteranos que lo merecen y su trabajo, pero el enfoque debe estar en la inspiración. Hemos comido esta sopa con bastante frecuencia, solo se han cambiado las verduras. Sin embargo, en “Rock am Ring” a las 4 p. m., todo debería funcionar bien.