Grandes sensaciones bajo la bola de discoteca: el británico hace brillar el power pop.
“Realmente no tengo amigos / No salgas los fines de semana”: Freya Ridings puede que aún no tenga 30 años, pero logra capturar el estilo de vida de los mayores en pocas palabras en su sencillo “Weekends”. Pero eso no es de lo que se trata el británico con la gran voz. No, Ridings canta sobre el amor en su segundo disco, o mejor dicho: su final. Hasta ahí, tan típico del pop.
Pero logra cautivar a su audiencia, aunque solo sea con su voz hipnótica, que recuerda a la otra gran mezzosoprano británica pelirroja: Florence Welch, también conocida como Florence + the Machine. Las malas lenguas describirían a Ridings como la versión más ordenada y compatible con la corriente principal del Welch hippie. No está del todo mal, pero tampoco está mal.
Con pop adulto, Ridings logra capturar a su audiencia en segundos, incluso si la mezcla de elementos de himnos y ritmos de baile de la duración del álbum parece un poco repetitiva. Sin embargo, Freya Ridings siempre suena mejor cuando permite que su voz tenga algo de libertad, como en “I Feel Love”, “Wolves” o la pegadiza melodía “Weekends”.