Reseña: Birthright: un compendio de música de raíces negras


Cuarenta canciones, estilísticamente basadas en el jazz, el blues y el gospel, que comienzan en los años 50 y llegan hasta la actualidad, interpretadas por grandes conocidos o músicos hoy casi olvidados. ¿Cómo va eso junto? El hilo conductor se encuentra en un cuadernillo de 48 páginas, en el que se puede vivir la historia de quienes alguna vez fueron deportados de su tierra natal a Norteamérica como esclavos a través de sus raíces musicales, sus ramificaciones y diversas simbiosis. De una forma agradablemente poco académica, se aprende, por ejemplo, que jarros, cucharas o tablas de lavar deben su estreno como instrumentos rítmicos a la derogación de la prohibición de los tambores africanos en las plantaciones.

Las pistas producidas profesionalmente siguen las candentes grabaciones de campo.

El orden de las canciones seleccionadas no está sujeto a restricciones cronológicas ni temáticas, lo que libera a «Birthright» del aura polvorienta de una lectura histórico-cultural y hace que la compilación sea fácil de escuchar. Las pistas producidas profesionalmente siguen las candentes grabaciones de campo, la tradición de la música criolla se encuentra con el Caribe, los sonidos de las bandas de música cumplen con los estándares del blues. El grupo de ejecutantes es correspondientemente ilustre. Desde Staple Singers y Jesse Fuller hasta Ranky Tanky y Sweet Honey In The Rock, hay mucho personal que encaja bajo el término vagamente interpretado «Black Roots Music».

Los maravillosos Carolina Chocolate Drops contribuyen con un tema inédito, mientras que Taj Mahal y Keb’ Mo’ se sientan y reaniman «Diving Duck Blues» de Sleepy John Estes. Al escuchar y navegar, la pregunta surge más de una vez, ¿dónde estaría el rock’n’roll o el hip-hop hoy sin todos estos constructores de puentes ignorados durante mucho tiempo y, a menudo, privados de las recompensas de su creatividad? El mayor mérito de esta excelente compilación es que la respuesta llega de una manera decididamente práctica y sin ningún ruido triunfal.

Autor: Ronald Born

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