En la guarida de Plutón llamada Olmen, al día siguiente del bote del Euromillones, el mercado local ya se está llenando de Ferraris, están construyendo una marina y Vuitton y Dior están abriendo boutiques de lujo para todos esos millonarios. Al menos, esos son chistes que sirven de consuelo a los que se perdieron el bote. Los propios millonarios prefieren gesticular con as de curvas. «Un día sale la noticia y ya estoy recibiendo mensajes de personas con adversidades pidiendo dinero».
ttn-es-34