Renovables frenada por demasiadas facultades de las Superintendencias


Se necesita un nuevo paquete de simplificaciones, especialmente dentro de las competencias del Ministerio de Patrimonio Cultural y Superintendencias, para lograr los muy ambiciosos objetivos de la transición energética, en particular el de construir nuevas plantas para renovables con 70 gigavatios de potencia en un plazo acortado seis años, como dijo recientemente el Ministro de Medio Ambiente Gilberto Pichetto Fratin. Las simplificaciones puestas en marcha hasta ahora, por importantes que sean y en todo caso sujetas a verificación de resultados y eficacia, no son suficientes.

Aceleraciones provocadas por el nuevo procedimiento de evaluación de impacto ambiental

Así lo afirma un artículo de Astrid escrito por el presidente del think tank, Franco Bassanini, y por Silvia Paparo, exgerente de la función pública que ha sido el motor de todas las grandes reformas simplificadoras de los últimos treinta años. El documento aprecia las fuertes aceleraciones traídas por el nuevo procedimiento de evaluación de impacto ambiental Pnrr-Pniec y por la comisión dirigida por Massimiliano Atelli, pero destaca temas críticos importantes que aún deben abordarse. El mismo recurso a las resoluciones del Consejo de Ministros para desbloquear hasta 47 proyectos rechazados por el Mic es considerado síntoma de una patología más que de una solución, porque la intervención del MDL debe ser extraordinaria. Además, «solo se ha desbloqueado un pequeño porcentaje de los proyectos necesarios» y la potencia autorizada aún está por debajo de las necesidades definidas por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec), sin mencionar el ajusteLos nuevos objetivos marcados por el Pacto Verde Europeo (2019/640), por la ley del clima de julio de 2021 (Reglamento 2018/1999) y por el nuevo paquete “Fit for 55” están en marcha. «Solo una de las razones que nos impulsan a actuar con rapidez en estos proyectos sería suficiente: servir para reducir los precios de la energía; favorecer la transición ambiental y energética; fortalecen la independencia estratégica; apoyan el PIB y la economía. A pesar de esto, los poderes de veto siguen prevaleciendo: un tema que necesita encontrar una solución».

Estructuras a reforzar

Astrid identifica áreas críticas y soluciones que deben abordarse con urgencia. El primero es el fortalecimiento de las estructuras de Via Pnrr-Pniec: el decreto ley Aiuti quater «ordenó apropiadamente el aumento del número de miembros de la comisión de cuarenta a setenta, pero es igualmente necesario fortalecer la dotación de personal de las estructuras de servicio involucradas en la investigación preliminar de sus decisiones y de las demás administraciones involucradas en la actividad de evaluación de proyectos”.

La segunda criticidad parte de un hecho poco conocido. «Más del 50% de los proyectos evaluados positivamente por la comisión Via Pnrr-Pniec – escribe Astrid – ni siquiera superaron el primero de los obstáculos establecidos por el Ministerio de Cultura». La disposición de la Vía, al término de los trabajos de la comisión, deberá ser adoptada por el director general de Medio Ambiente en acuerdo con el director general del Ministerio de Cultura. Pues bien, «este último parece creer que su concierto no está en modo alguno ligado a las conclusiones de la comisión Via Pnrr-Pniec en cuyos trabajos sí participó el representante de su administración». Además, aunque se concediera el concierto del Mic, aún habría que superar la barrera que representa el dictamen conforme de los Superintendentes en el marco de los procedimientos de autorización, que siguen siendo distintos y separados de los expresados ​​por los representantes del Mic en la Vía y de lo expresado por el director general Mic». Entonces hay tres momentos en los que el Mic interviene en un mismo proyecto. Y en el caso del dictamen del Superintendente, incluso se amplió el ámbito de intervención con la atribución del dictamen «no vinculante aunque obligatorio para el procedimiento también en relación con proyectos que involucren plantas alimentadas con fuentes renovables ubicadas en las áreas adyacentes a los activos sujeto bajo la protección del código de patrimonio cultural».

Astrid propone limitar el derecho a proponer oposición solo a proyectos que insistan en activos o áreas restringidas y, en cuanto al primer punto crítico, elegir una de las tres propuestas que racionalizan la intervención del Mic: coordinar la medida Via con la autorización para energías renovables en un trámite único que deberá ser completado dentro de los noventa días siguientes a la celebración de la conferencia de servicios; incluir la autorización paisajística en el concierto del director del Mic; reforzar la presencia de representantes de Mic en la comisión Via y eliminar el concierto del director de Mic o vincularlo a las conclusiones de la comisión.



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