Relaciones Defectuosas – «¿Por qué me sigue buscando, si no le interesa?»


Cara ester,

hace unos años, encerrado en una habitación de Londres en los primeros días de erasmus, te envié un correo lleno de rencor y de lágrimas por mis desgracias amorosas y todavía a veces leo tu respuesta que brilla con salvadora franqueza. En los años mi búsqueda de amor no tomó bulevares floridos sino siempre caminos de tierra, polvorientos e incómodos.

Terapia de pareja: cinco razones para emprender este camino

Hoy vuelvo a tener problemas y por eso decidí volver a escribirte.

Hace ocho meses conocí a un chico (increíble como todavía llamamos a los cuarentones), guapo, simpático, brillante, con el que comparto pasiones y valores.

Me enamoré al instante. El Vive.

A los pocos días me busca, me escribe, me felicita, se abre a confidencias que (según él) nunca le ha dado a nadie, nace una relación cotidiana que en los últimos tiempos se ha vuelto cada vez más explícita. Cada dos o tres meses sacamos una hora para vernosme niego a la implicación sexual porque sé que para mí sería un no retorno pero siento que, sin la unión de los cuerpos, esta relación, que no es ni relación ni amistad, nunca se destrabará.

Luego está el elefante en la habitación que pretendemos no ver. Esa mujer con la que comparte su casa y su vida y a la que no conozco pero siento que la estoy lastimando, robándole pedacitos de su vida cotidiana que ella no sabe que existen.

Sé que merezco más que un torrente de mensajes de whatsapp, un puñado de minutos de cara a cara cada dos meses y una posible tarde de amor clandestino. Merezco una presencia verdadera, compromiso diario, planear el futuro tirado en el sofá, y precisamente porque sé que estoy tratando de escapar pero él no me deja ir y en el fondo no quiero renunciar a este no. -relación en la que, sin embargo, la primera vez, siento que he encontrado a la persona con la que puedo hacer que mi vida funcione.

Querida Ester, hace cinco años me ayudaste a recuperarme de un dos de espadas, ¿serás capaz de hacer que desconecte esta relación hoy?

Un abrazo

A.

La respuesta de Esther Viola

Querido A., qué regreso de lo idéntico. Quisiera un congreso solo para pedir que levanten la mano los que nunca se han caído relaciones imaginariashecha de escribirse siempre, verse un cuarto de hora, no avanzar un centímetro durante meses, en los casos más desesperados, años.

Creo que la primera -sin duda libre de esta estupidez- sería Valeria, compañera de clase, reina del liceo y gran odiadora de la vida inconcreta.

No hace falta volverse maestros, al menos un par de años después de una chorrada es el turno de todos. No te escapas. Sólo cambia la velocidad de reacción. Los más aptos para la feliz supervivencia permanecen afligidos durante seis meses, los delicados espíritus pueden vagar en las brumas hasta diez años, en la desilusión impotente de sus amigos.

Relaciones imaginarias y tiempo perdido

Ocho meses es un promedio decente, te va muy bien, si lo terminamos aquí, en agosto. Yo no me preocuparía demasiado, hay que perder el tiempo de una forma u otra, si no, la vida pasará.

¿Qué te gustaría de esta columna, A.? La respuesta a esto, tal vez: si no le importa un carajo, entonces por qué (escribe, llama, finge que le importa, no me deja ir, produce una serie de chats a lo largo de Milán-Nueva York, comenta, expresa interés, finge estar apegado).

Apegarse a relaciones imaginarias

Creo que esa es la pregunta que me mantuvo en compañía más odiosa en mi juventud.

Mis amigas me llamaban tonta mientras su buen novio venía a buscarlas en moto para llevarlas al cine los sábados. Yo, en cambio, me aferré a mi relación imaginaria, era una destilación de veneno y de un sentimiento superior. Entendí mal el sentido de quién era yo y cómo se suponía que debía ser: estaba convencido de que era profundo, tal vez incluso interesante. Que las grandes cosas estaban destinadas a los que esperan mucho tiempo, pero se mantienen consecuentes con una idea imperiosa del amor.

Qué tonto fui, cuánto tiempo perdido, qué mal humor desperdiciado.

¿No existen los grandes amores?

Magnani le dijo a Oriana Fallaci:

“El amor en sí, mientras dura, no me molesta en absoluto. Da coraje, da seguridad, hace pasar por alto cosas sin importancia. Yo lo creo. Al gran amor que nunca creí. Dame el ejemplo de un gran amor, de verdad, con nombres, apellidos, direcciones, no de leyenda, y te lo creeré. ¿Ver? Callarse la boca. Los grandes amores, querida, no existen: son fantasías de mentiroso. Solo hay pequeños amores que duran un tiempo más o menos corto. Por eso, cada vez que he amado a un hombre, nunca he tomado demasiado. Me encantó, incluso estaba celoso de las moscas, pero sabiendo que tenía que parar. Y cuando termina… llora un poco, pero luego sale. Pasan dos meses, tres meses, lo encuentras en la calle, y te parece imposible haber perdido el sueño y las lágrimas tras él”.

Lee aquí todos los capítulos de la columna Relaciones defectuosas de Ester Viola.

¿Por qué me sigue buscando si no le interesa?

A veces uno piensa que es el amor el que arruina el amor. Nació la breve felicidad y la convertimos en poesía ininterrumpida.

Mientras esperas el viaje de regreso, del sentimiento a la razón, A., tengo aquí un signo de interrogación para ti. Mira si lo necesitas. Es lo contrario de la pregunta que te estás haciendo, a saber: ¿Por qué me sigue buscando si no le interesa? Aqui esta ella: ¿Por qué uno renunciaría a una persona agradablemente fijada (usted), paciente y piadosa que suaviza el ego de uno?

iO Mujer © REPRODUCCIÓN RESERVADA



ttn-es-13