Reijnders cambia de ritmo: gol también para Alemania. Milán espera un punto de inflexión


Juega con el número 14 naranja, como Cruijff, y finalmente marca un gol: en el descanso, dos en dos partidos. Tijjani es la clave para Fonseca: siempre juega, es el más técnico y crea mucho. Ahora él también parece ver la puerta. Y si juega en el medio campo ofensivo…

Periodista

10 de septiembre – 21.36 h – MILÁN

Algo está pasando en el mundo de Tijjani Reijnders. TJ marcó a los 2 minutos del Holanda-Alemania y estamos en un bis: ya había marcado hace tres días contra Bosnia. Dos goles en dos partidos durante el descanso y la impresión de que Reijnders es uno de los jugadores con más margen de crecimiento de la temporada: se entiende que es bueno, aún no está claro hasta qué punto puede llegar a ser fuerte.

fortalezas y debilidades

En su vida en Milán, Reijnders ha demostrado sobradamente que es mucho más fuerte con el balón que sin él. En la fase defensiva, cuando el balón es de otros, a veces se equivoca en su posicionamiento o lectura. Ciertamente no es un maestro tacleador. El resto, sin embargo, es muy interesante. La elegancia natural es impresionante. Los juegos de pelota suelen ser eficaces. La costumbre de jugar 90 minutos, incluso 40 veces por temporada, no es normal.

9 de 44

La cuestión es entender cuánto puede mejorar en los últimos 30 metros. Fonseca lo utiliza como centrocampista y Tijjani ocupa naturalmente el centro del campo. La temporada pasada estuvo entre los mejores en pases progresivos (aquellos con los que se gana mucho espacio), pases correctos y recuperaciones. Dio 44 patadas pero sólo acertó 9 veces: unas cuantas. Desperdició oportunidades, pateó de la nada, pegó en postes o en el larguero. Necesita mejorar aquí.

trocares y nobleza

Los dos goles contra Holanda nos dan esperanza por este motivo. Reijnders de naranja juega casi como un centrocampista ofensivo y muestra sus mejores cualidades. Contra Bosnia marcó con una aceleración central del balón y remató al poste tras un intercambio de gran calidad con Zirkzee. Con Alemania vio pasillo al contragolpe, entró y ganó el mano a mano con Ter Stegen. Nada que no pueda replicar con el Milán. La afición está entonces dispuesta a sacar esa vieja foto, en la que Cruijff viste una camiseta roja y negra, y a decir que, al fin y al cabo, sí, está todo escrito.





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