Regional, por eso el centroderecha no logra llegar a un acuerdo: detrás de Cerdeña está el Véneto

En los micrófonos abiertos todos dicen que son «optimistas». Pero la solución para Cerdeña, tres días después de la entrega de los símbolos para las elecciones regionales, todavía no existe. Giorgia Meloni, Mateo Salvini Y Antonio Tajani, que también se reunió ayer por la mañana en el Palacio Chigi, abordó otros temas, desde los inmigrantes hacia Oriente Medio, pero no habló de cuestiones regionales. Al menos oficialmente. Y el hecho de que todavía no hablen de ello a su manera también es noticia, ya que todos los partidos de centroderecha dicen que será necesaria la palabra de los dirigentes para poner fin a un conflicto que ya está arrasando desde hace días, con la Liga esperando el bis de Christian Solinas, los Fratelli d’Italia que quieren «su» alcalde de Cagliari Paolo Truzzu y Forza Italia que sigue observando pero mientras tanto, para evitar malentendidos, dice en cada ocasión que a Vito Bardi en Basílicata no se le puede tocar.

El partido estratégico del Véneto

El tema regional es candente, porque nadie quiere una ruptura del centroderecha pero todavía no podemos encontrar la solución adecuada. Salvini, dicen los que lo saben, no llegaría tan lejos como para dividir la coalición en el altar de Cerdeña. Pero su objetivo es no salir perdedor del tira y afloja. También está sobre la mesa la próxima ronda de elecciones administrativas, en las que también se podría poner en duda el Véneto. Y es precisamente en el Véneto donde se está jugando un juego estratégico. Más importante que Cerdeña

La competencia con Fratelli d’Italia

En la casa Fratelli d’Italia piensan en grande y ya circula el nombre del posible candidato a la post-Zaia en el Véneto en 2025: el senador de Belluno y coordinador regional de los melonianos Luca De Carlo, presidente de la comisión de Agricultura, Turismo e Industria del Palacio Madama.

El bombardeo de la Liga Norte sobre el tercer mandato para «empujar» a Zaia

En respuesta vino el bombardeo de la Liga, que intentó forzar el tercer mandato de los gobernadores presentando un proyecto de ley ad hoc a la Cámara. «Una opción de sentido común, de respeto a la democracia y de consenso territorial», señala el firmante de la propuesta, Alberto Stefani, miembro de la Liga Norte del Véneto. Y una luz verde a la norma abriría la posibilidad de un tercero para Luca Zaia. Pero el tercer mandato choca con la frialdad de los aliados. Hermanos de Italia, por boca de sus principales dirigentes, excluye una medida de este tipo al menos hasta las elecciones europeas, también para no hacer un favor al gobernador demócrata de Emilia Romagna (que a esta altura apunta a Bruselas) y tampoco impedirse la conquista del Véneto, donde se votará en 2025.

El paso atrás de Solinas

Quien rompa el estancamiento podría ser el propio Solinas, que hoy reúne a la dirección de su movimiento, el Partido Acción Sarda. Y podría dar un paso atrás. Las encuestas, que estarían sobre la mesa de los tres líderes, sugerirían la posibilidad de un cambio de candidato. Además, Truzzu ha programado un acto público para el sábado en Quartu Sant’Elena para presentar su candidatura. Es más, después de que el ministro Lollobrigida saliera de su escondite hace dos días, los márgenes de retroceso de Truzzu prácticamente han desaparecido. La alternativa es entre un acuerdo basado en el sacrificio de la Liga Norte en Cerdeña y el paso atrás de la IED en Véneto, y una desastrosa división con dos candidatos de derecha en el campo. La primera hipótesis es mucho más probable.



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