Refugiados ucranianos, la hospitalidad generalizada busca la dirección pública


Caritas ya ha recibido 5.000 fondos para acoger refugiados ucranianos. Se han colocado otras mil viviendas en la plataforma Refugees Welcome. Y Airbnb.org dijo que ofrecerá 100.000 alojamientos privados en Europa junto con Care, Hias y el Comité Internacional de Rescate. Estos son los números más representativos de la recepción generalizada activada en las últimas semanas, como reacción espontánea a la emergencia en curso.

Se han instalado mesas técnicas en las prefecturas para ordenar a los refugiados que llegan a la zona, sin contar aquellos que ya tienen amigos o familiares residiendo en Italia y que contactan directamente con ellos para buscar hospitalidad. En las mesas de las prefecturas también se sientan los representantes de los Municipios, Cruz Roja y las asociaciones más representativas que se ocupan de la hostelería, como Cáritas, Sant’Egidio, Refugees Welcome y otras organizaciones activas en la materia. El Ministerio del Interior dijo que está desarrollando una plataforma informática en la que reunir las ofertas de disponibilidad de personas y asociaciones.

Cáritas en el trabajo

La red de 220 diócesis ya ha activado mil experiencias de acogida de refugiados ucranianos en parroquias o familias. “Por el momento la oferta es mayor que las necesidades pero debemos prepararnos para gestionar mejor las llegadas”, dice Oliviero Forti de Caritas Italiana. Es importante que las familias interesadas sepan que tienen que ofrecer su espacio durante al menos tres meses y, de forma más general, sin un plazo determinado. Se debe garantizar al menos una habitación para los huéspedes, preferiblemente un apartamento independiente. Quienes vienen a Italia a menudo lo hacen porque tienen vínculos con el territorio o ya han estado aquí en el pasado. “Es bueno intentar facilitar el entramado de relaciones que existe en el territorio de estas personas”, añade Forti, subrayando que en esta situación es preferible la hospitalidad generalizada. “Se debe brindar el apoyo adecuado -añade- para evitar que las mujeres y los niños sean ubicados en contextos inapropiados”.

Procedimientos comunes aún por desarrollar

Las instituciones están ultimando los lineamientos para ser entregados a los territorios. “Pero los tiempos de activación de los trámites corren el riesgo de ser demasiado largos”, dice Valentina La Terza de Refugees Welcome, quien coordina la hospitalidad privada desde hace años gracias a una plataforma de TI y protocolos ya definidos.

A la espera de una dirección común, por lo tanto, aquellos que pretendan contribuir ofreciendo casas o camas deben volverse hacia las realidades ya activas en el campo. El cuidado de los refugiados, de hecho, debe formalizarse. Quienes llegan deben estar empadronados, presentar una solicitud de protección internacional y un código fiscal. Paralelamente, se debe activar la atención sanitaria, en cumplimiento de los protocolos Covid. A menudo es necesaria la intervención de mediadores lingüísticos y deben activarse programas de reconocimiento de cualificaciones educativas, prácticas laborales y escolares. “Las familias de acogida deben tener un papel de tutoría y no se las debe dejar solas -dice Forti de Cáritas- y se debe garantizar una red de servicios que favorezca el camino hacia la autonomía de los refugiados”.



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