El mes pasado, el Coordinador Nacional de Contraterrorismo y Seguridad (NCTV) hizo un llamado a las regiones de seguridad para advertir que la sirena de ataque aéreo es una prueba y que la gente no debe alarmarse. Según la terapeuta de trauma Mariska Bruinenberg, el impacto de tal alarma puede ser significativo en las personas con trauma de guerra. “Los desencadenantes antiguos de las personas se activan, y las personas con trastorno de estrés postraumático en particular pueden tener fuertes reacciones a ellos”. Esto podría incluir ataques de pánico o sudor, o una rabieta. “Es realmente difícil de predecir”, dice Bruinenberg.
Hay aproximadamente 4200 sirenas en los Países Bajos. Según el Ministerio de Justicia y Seguridad, estos deben ser probados todos los meses para asegurarse de que funcionan en caso de un desastre. Solo en días festivos nacionales y religiosos, se salta la prueba de sirena.