Reformar reglas fiscales europeas a finales de 2023 «muy ambiciosa»

En una reunión informal en Estocolmo el viernes, los ministros de finanzas europeos reaccionaron divididamente a las propuestas de la Comisión Europea para reformar la supervisión de los presupuestos nacionales. Alcanzar un acuerdo para finales de año será «muy ambicioso», dijo el vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskis.

Las propuestas no tocan los conocidos estándares de Maastricht, que establecen que el déficit presupuestario debe permanecer por debajo del 3 por ciento del PIB y el índice de deuda por debajo del 60 por ciento. Sin embargo, la Comisión quiere dar más voz a los Estados miembros con un alto coeficiente de endeudamiento y ofrecer un camino más personalizado para reducir sus deudas. También hay espacio para inversiones y reformas que harán que las finanzas públicas sean sostenibles a largo plazo.

“Es importante que, además de la reducción de la deuda, también nos enfoquemos en inversiones y reformas. Esa es la Santísima Trinidad”, respondió el ministro belga Vincent Van Peteghem (CD&V). También está satisfecho con el enfoque diferenciado. “Todos tenemos nuestros desafíos y nuestro propio contexto. Eso debe reflejarse en una política fiscal diferenciada”, dijo. Van Peteghem no se opone a “un enfoque numérico”, pero “eso debe hacerse siempre con miras a las reformas y las inversiones”.

Defensor

Hace tiempo que está claro que Alemania quiere un enfoque más estricto con objetivos de reducción de la deuda de aplicación general. El país más grande de la eurozona, y tradicional defensor de las políticas fiscales de austeridad, teme que las propuestas debiliten su supervisión de los países con altos déficits y deudas. El ministro Christian Lindner volvió a subrayar hoy en Estocolmo que quiere «cambios significativos» en las propuestas de la Comisión.

Las reglas fiscales y de deuda se han suspendido desde el estallido de la pandemia de la corona en 2020. La supervisión entrará en vigor nuevamente a partir de 2024 y se espera que los estados miembros puedan acordar la reforma antes de fin de año. “Muy ambicioso”, así describió Dombrovskis el objetivo. “Es muy difícil en esta etapa predecir cuánto tiempo llevará el proceso legislativo”, dijo.

Su colega, el comisario europeo de Economía Paolo Gentiloni, se expresó, no obstante, «optimista de que se lograrán buenos resultados». “Aunque tienen puntos de vista diferentes, todos los estados miembros son conscientes de la necesidad de llegar a un acuerdo”, dijo Gentiloni. El hecho de que tanto los países frugales del norte como los estados miembros del sur altamente endeudados critiquen las propuestas demuestra, según el italiano, que son «muy equilibradas».

Acuerdo rápido

El Banco Central Europeo también espera un acuerdo rápido. Tras años de suspensión de las normas, es importante que las políticas fiscales de los Estados miembros vuelvan a funcionar dentro de un marco común, subrayó la presidenta Christine Lagarde. Lindner, por otro lado, argumentó que no sería un drama no recuperarse para fin de año. “Si no tenemos nuevas reglas, las actuales seguirán vigentes. No vamos a terminar en el vacío”, dijo.



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