La tripulación italiana resolvió los problemas de casco de la séptima regata en un tiempo récord y dominó la octava prueba. Aún equilibrio en el interminable desafío con los británicos
Herida, enlucida sobre buena parte de la cubierta del casco plateado. Luna Rossa vive otro día de pasión pero vuelve a encontrar la energía nerviosa y técnica para recuperarse del accidente sufrido en esta quinta jornada de la final de la Copa Louis Vuitton e impacta la serie en 4-4.
PROBLEMA DE SOFTWARE
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En el primer match race del día el barco italiano, después de una buena salida y de una excelente primera ceñida (a sólo 1″ del Ineos), tuvo que enfrentarse una vez más (es el segundo retador en este torneo), con un software Problema que permite maniobrar los foils y consiguientes daños en la cubierta del barco. El 4-3 del Ineos Britannia no afectó a la fortaleza mental de este equipo. Trabajaron incansablemente para reparar el casco y aparecieron al comienzo de la octava ronda. Allí la obra maestra también se vio facilitada por una mala maniobra en la salida de la pareja Ainslie-Fletcher que abandonó el campo de regatas y sufrió una penalización.
¡QUÉ REDENCIÓN!
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El Luna Rossa, que participó en la segunda regata con Spithill y Bruni como timoneles, Tesei y Molineris trimmers, Voltini, Rosetti, Kirwan y Simion cyclor, empezó así a construir el punto 4-4: 12″ en la primera ceñida, hasta 8″ en popa y certificada de 7″ en la 3ª y 4ª etapa de la regata. Pero el barco italiano nunca dio la impresión de sufrir consecuencias en sus prestaciones por el fallo del inicio de la tarde, logrando aumentar la ventaja hasta los últimos 16 segundos.
MAÑANA RONDAS 9 y 10
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Mañana regresaremos al agua para la novena y décima ronda después de pasar la noche limpiando el casco de las heridas de hoy. El AC75 plateado está vivo y no se rinde. Max Sirena, director del equipo Luna Rossa, dio el ejemplo y fue el primero en hacer todo lo posible para hacer reparaciones durante los 45 minutos de miedo en el barco italiano.
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