Mientras se descorchaban botellas de champán en los salones flamencos, innumerables personas corrían el riesgo de ser apedreadas, disparadas o heridas por los fuegos artificiales. Porque también intervinieron en Nochevieja cuando algo salió mal, cuando alguien necesitaba ayuda o el peligro acechaba a la vuelta de la esquina. Así fue la víspera de Año Nuevo de 2023 a través de los ojos de policías, bomberos y socorristas. “Nos esperaban jóvenes con pasamontañas”.
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