Ni siquiera su padre sabía que estaba confundido con su sexualidad. Pero los conmovedores rumores hicieron que Conner Rousseau se sintiera obligado a salir del armario. Confió solo en un puñado de íntimos, incluidos los miembros del partido Frank Vandenbroucke y Freya Van den Bossche. Durante dos horas y media desahogó su corazón con el reportero Eric Goens. Con su salida del armario, Rousseau, que se va de vacaciones esta noche, espera la paz. Pero, ¿este vuelo por delante significa que ya no es un “juego de caza”?
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