RECONSTRUCCIÓN. Cómo un beso robado convirtió abruptamente la juerga del Mundial de España en una telenovela de terror: el presidente de la Federación ahora se autodenomina «víctima»

El hombre más odiado de España, el presidente de la Federación de Fútbol, ​​Luis Rubiales (46), se niega a dimitir y ahora se autodenomina «víctima de difamación». Después de que la selección española femenina se proclamara campeona del mundo, Rubiales besó en la boca de forma inesperada y sobre todo sin querer a la jugadora Jenni Hermoso (33). Con aquel beso robado, el presidente de la federación convirtió las fiestas en España en un ambiente de escándalo que no se puede detener.



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